El bebé hallado muerto en Carabanchel nació vivo, según la autopsia

El bebé hallado muerto a mediodía del pasado sábado en el distrito madrileño de Carabanchel nació vivo, según ha confirmado la autopsia. Los agentes de Homicidios han abierto una investigación para localizar a la madre, ya que puede ser considerada autora de un delito de asesinato con la agravante de parentesco.

El recién nacido fue hallado a las 1.20 en un contenedor de basura situado en el número 89 de la calle de Laguna. Estaba dentro de una bolsa de basura. Lo halló un indigente de nacionalidad rumana que estaba rebuscando entre los desperdicios. La policía acordonó la zona. 

Los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil sólo pudieron certificar la muerte, ya que el bebé había fallecido hacía unas horas. Aún tenía el cordón umbilical y parte de la placenta, según fuentes policiales. Al lugar se desplazaron especialistas de Policía Científica y de Homicidios para hacer la inspección ocular del contenedor. También recogieron la bolsa de plástico en la que se hallaba el cuerpo sin vida y la remitieron a los laboratorios para intentar revelar huellas dactilares.

El recién nacido era un bebé a término y tenía rasgos caucásicos. No tenía lesiones exteriores, según el análisis que hicieron los policías y los sanitarios en el lugar. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le realizó la autopsia ayer domingo. Los forenses determinaron que los pulmones habían respirado de manera independiente de la madre. Por ello, había nacido vivo. 

Los agentes de Homicidios han iniciado una investigación por la zona para localizar a la madre. Puede enfrentarse a una condena de prisión permanente revisable, en caso de que sea considerada culpable de un delito de asesinato. El apartado primero del artículo 140 del Código Penal recoge que se aplicará esta condena cuando "la víctima sea menor de dieciséis años de edad, o se trate de una persona especialmente vulnerable por razón de su edad, enfermedad o discapacidad".