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Un dispensario virtual para tratar la apnea del sueño a distancia

Los médicos pueden monitorizar y regular el tratamiento de los pacientes desde el hospital y reducir un 40% de las visitas presenciales

Jessica Mouzo
Un paciente con apnea del sueño usa el dispositivo CPAP para tratar esta dolencia
Un paciente con apnea del sueño usa el dispositivo CPAP para tratar esta dolenciaHospital del Mar

Las revisiones médicas de personas con apnea del sueño se hacen a distancia en el hospital del Mar de Barcelona. No todas, evidentemente. Per sí se han reducido drásticamente las visitas iniciales de seguimiento de los pacientes recién diagnosticados. Las consultas 2.0 han llegado para quedarse en la Unidad Multidisciplinar de la Patología del Sueño del hospital barcelonés y la culpa la tienen los nuevos dispositivos que ayudan a tratar la apnea, unos aparatos que el paciente tiene que utilizar en su casa para dormir pero que disponen de la tecnología punta necesaria para que los especialistas puedan controlar desde el hospital el estado del paciente y cambiar el tratamiento si fuese necesario. 

"Se trata de un dispensario virtual para dar respuesta a los problemas que tenemos por nuestra actividad: el tratamiento que les ponemos a los pacientes es a largo plazo y al principio genera muchas visitas, que suelen coincidir  con el horario laboral de los pacientes, por lo que les cuesta venir", justifica el doctor Miguel Félez, coordinador de la unidad del Sueño. La apnea se produce cuando el enfermo deja de respirar de forma repetida y durante varios períodos de tiempo mientras duerme. El tratamiento es el CPAP, un dispositivo que, mediante una mascarilla que se pone en la cara del enfermo, bombea aire bajo presión para mantener abiertas las vías respiratorias y permitir el paso del aire.

Los aparatos transmiten por vía telemática información sobre la evolución de los pacientes, el nivel de presión y el funcionamiento de los propios aparatos. Con estos datos, los equipos de la unidad del Sueño pueden evaluar el seguimiento del paciente e incluso cambiar, también de forma telemática, el tratamiento (la cantidad de presión, cuántas horas tienen que funcionar...). "Estos dispositivos evitan que el paciente por la noche haga muchas apneas porque mejora la oxigenación del cuerpo y hace que el paciente se despierte más descansado. El problema es que al principio no sabemos qué presión necesita cada paciente y hay que ir regulándolo", explica Félez.

Con este sistema, además, los pacientes se ahorran entre el 40% y el 50% de estas primeras visitas de seguimiento. "De promedio, pasamos de dos o tres visitas a una sola. Esto es bueno para el paciente y para nosotros, ya que nos genera espacios y huecos para visitar a otros pacientes", apunta el médico.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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