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El poder adquisitivo cae en seis años un 56% más en Barcelona que en el resto de España

El Consell Econòmic i Social de Barcelona ve insuficiente el salario mínimo de 900 euros y reclama un complemento de ciudad

Josep Catà
Una vivienda en alquiler en Barcelona.
Una vivienda en alquiler en Barcelona.Albert Garcia

El alto coste de la vida y en especial de la vivienda en Barcelona ha lastrado el poder adquisitivo de sus vecinos. El Consejo Económico y Social de Barcelona (CESB) ha alertado este jueves de que la evolución, entre 2010 y 2016, del poder adquisitivo de los salarios muestra una caída del 6,1% en la capital catalana, mientras que en el conjunto de Cataluña cayó un 5,4% y en España, un 3,9%. Es decir, la capacidad de compra de los salarios de Barcelona cayó un 56% más que la de los sueldos en el conjunto de España. El CESB ve “insuficiente” el salario mínimo de 900 euros que propone el Gobierno, y reclama un complemento “de ciudad”.

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En seis años han cambiado muchas cosas. Tras la crisis, la recuperación ha llegado a los indicadores macroeconómicos y la economía catalana crece a un ritmo cercano al 3% anual. Pero esta expansión no se ha trasladado a los salarios y al poder adquisitivo de los ciudadanos. En las grandes urbes, los precios han subido, especialmente los de la vivienda, mientras que los salarios no lo han hecho al mismo ritmo. Barcelona, foco de atracción de turismo y de inversión extranjera, es el gran ejemplo de ello, y una de las ciudades en las que vivir es más caro, según el informe del CESB.

Este organismo ya avisó el pasado mes de julio de que vivir en la capital catalana cuesta un 25% más que en la media de las capitales de provincia de España, solo superada por San Sebastián y Madrid. En el Informe del Trabajo en Barcelona presentado este jueves, que analiza las dinámicas de empleo en 2017, el CESB detalla que el poder adquisitivo cayó, de 2010 a 2016, un 56% más en Barcelona que en el conjunto de España. El cálculo del poder adquisitivo resulta de comparar la variación salarial (en seis años los sueldos subieron un 2,6%) con la variación del IPC (que incrementó un 8,7% en el mismo periodo). El resultado es que la capacidad de compra de los barceloneses cayó un 6,1%, mientras que en el conjunto de España lo hizo un 3,9%.

La pérdida de poder adquisitivo viene impulsada sobre todo por la subida de los precios del alquiler y la compra de viviendas. El precio del alquiler tocó techo en agosto, tras cinco años de subida, con un incremento de 13 eurios por metro cuadrado. En la compra, el metro cuadrado de Barcelona está en 3.174 euros de media, tras crecer el 11% en el último año. Estos incrementos han generado más desigualdades en la ciudad, según ha afirmado la presidenta del CESB, Marina Subirats. La presidenta ha alertado de que, si durante los años previos a la crisis se tendió hacia una clase media homogénea en la ciudad, el escenario de después de la crisis es que las clases medias no pueden aspirar a lo mismo que hace diez años.

Es el caso de Gerard Pijoan, vecino del Eixample de 28 años y licenciado en Economía, quien considera que, en seis años, “no ha pasado lo que tenía que pasar”, aunque destaca que su situación, con empleo en el sector de la economía solidaria, es afortunada. El problema está, según él, en la disparidad entre el incremento del alquiler y el de los salarios: “El primer piso que encontré, hace cuatro años, era en Sagrada Familia y costaba 850 euros al mes. Al terminar el contrato, los pisos de la zona estaban en los 950 euros y más”. Pijoan destaca que su caso es sintomático, el de una pareja en la que los dos trabajan, pero que ni se puede plantear la compra de un piso. “La capacidad de ahorro con estos salarios lo hace imposible”, subraya.

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En el otro lado está la clase baja que, después de la crisis, se ha empobrecido todavía más. En su último informe sobre la precariedad laboral, la entidad diocesana Cáritas destacaba que cerca del 20% de las personas que atiende tienen trabajo, y ello no les excluye de acudir a pedir ayudas. Una de las problemáticas más habituales en las personas atendidas por la entidad es la del acceso a la vivienda. “Yo pago una habitación, pero meto casi todo el sueldo ahí”, dice Martín, una de las personas que acude a Cáritas.

Políticas de empleo

El CESB ha propuesto que se garantice en las ciudades un complemento salarial específico para hacer frente a esta diferencia de la pérdida del poder adquisitivo. En este sentido, la presidenta ha destacado que el salario mínimo propuesto por el Gobierno, de 900 euros mensuales, “no es suficiente” especialmente en las ciudades. El CESB ha propuesto que el Ayuntamiento, aunque no tenga competencias directas sobre el mercado de trabajo, haga políticas que frenen el incremento de las desigualdades y que lleven la recuperación económica a los salarios. En este sentido, Subirats ha puesto de ejemplo la obligatoriedad que tiene Barcelona Activa con las empresas con las que colabora para que los sueldos no bajen de los 1.000 euros.

La vivienda sube también en las ciudades de la periferia

El precio de la vivienda en la periferia de Barcelona se ha incrementado hasta un 18% en el tercer trimestre, según la sociedad de tasación Tinsa. En la lista de las ciudades más poblados de la provincia, las que han sufrido mayores incrementos han sido L’Hospitalet de Llobregat, con un 18% Castelldefels, un 16,6 %; Esplugues de Llobregat, un 15,7%; Sabadell, un 15,1%, y Cornellà de Llobregat, un 14,7%. Estos municipios “están concentrando el trasvase de la demanda desde el corazón de la ciudad a la búsqueda de mejores servicios, viviendas con mayor superficie y precios más asequibles”, argumentó la empresa de tasación en un comunicado.

Según Tinsa, también en las zonas más céntricas de la capital catalana se han registrado aumentos de precios en el tercer trimestre, que posicionan Barcelona como la capital más cara del país, con un precio medio de vivienda terminada (nueva y usada) de 3.383 euros por metro cuadrado en el tercer trimestre.

Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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