Lime no tiene fecha para operar con sus patinetes eléctricos en Valencia
La compañía americana, en conversaciones con el Ayuntamiento de Valencia, no ve prioritario recuperar los patinetes incautados por la policía local
La compañía americana Lime no tiene fecha para volver a operar en Valencia con su servicio de alquiler de patinetes eléctricos ni considera una prioridad pagar la multa y recuperar las 80 unidades que la policía local retiró hace unos días por orden del Ayuntamiento porque carecía de autorización municipal. "No es una prioridad", ha dicho el director general de Lime España, Álvaro Salvat, en conversaciones con el Gobierno local desde hace unos días.
La empresa, nacida en San Francisco (EE UU), se reunió el pasado lunes, por primera vez, con el concejal de Espacio Público de Valencia, Carlos Galiana, al que propusieron el pago de una tasa pública parecida a la que se abonan por la terrazas o los cajeros automáticos. "No hay una fecha concreta para operar pero la voluntad es hacerlo lo antes posible", ha declarado Salvat.
"El Ayuntamiento tiene el papel de decirnos cuándo y cómo volver a operar pero el número de patinetes que va a volver a operar no lo vamos a decidir nosotros y no vamos a poner ninguno sin tener un acuerdo", ha añadido el directivo.
El responsable de Lime España, que ha presentado en Valencia un casco plegable para que los usuarios de sus patinetes, que ha diseñado la startup valenciana Closca, recuerda que, en España, opera en Madrid, y pretende hacerlo en Valencia. En Barcelona no es posible porque había una regulación previa muy restrictiva con los patinetes.
Según Salvat, Valencia, con 120 kilómetros de carril bici, tiene la infraestructura adecuada para la circulación de los patinetes eléctricos. "Queremos desocupar las calles, que están llenas de coches", ha añadido el directivo, quien apuesta por una movilidad sostenible.
Los datos en poder de Lime revelan que de los más de 100.000 desplazamientos registrados por su servicio de alquiler en España en poco más de mes y medio, un 40% son complementarios del transporte público, usados "la última milla", ha dicho.
El fundador de Closca, Carlos Ferrando, ha explicado que ambas empresas "apuestan por la innovación como palanca de cambio" y comparten "el sueño de que ciudades como València sean para las personas" y urbes "más amables".
Salvat ha comentado que Lime y Closca "tienen en común la parte de la seguridad, la parte comunitaria y la parte de innovación" y que con la seguridad trabajan en un acuerdo que permita "cofinanciar o financiar parcialmente los cascos de Closca para los usuarios de Lime".
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