Puesta al día de los cines Verdi

Hace cuatro años, los cines Verdi de Barcelona estuvieron en una delicada situación económica en la que se barajó, incluso, el cierre de una de las salas para reconvertirse en un supermercado. Después de que la distribuidora cinematográfica Acontracorriente se hiciera con el 70% de las acciones de Espectarama— la empresa que los fundó hace más de 30 años de la mano de Enric Pérez—y afrontara un plan de viabilidad económica, los cines empiezan una puesta al día de los edificios, en una primera fase en las salas de la calle Verdi y con el horizonte puesto en la conexión de los locales de los dos inmuebles, el que da a la calle Verdi y el de Torrijos..

Después de ampliar la oferta con más ciclos y días especiales, sesiones matinales y actividades —como la educativa— y con iniciativas como promover el BCN Film Festival — que se celebra coincidiendo con la fiesta de Sant Jordi— ha tocado mejorar las instalaciones y desde el pasado mes de agosto las salas de la calle Verdi tienen el vestíbulo de acceso y la entrada en obras. Se ha ampliado el bar —espacialmente y con más productos— y ha cambiado de ubicación de este y de las taquillas, se está trabajando en el hueco que ocupará un ascensor para acceder al piso superior, donde hay dos salas de proyecciones, y se renovará el equipo de sonido de la sala 1. Todos esos cambios han supuesto más modificaciones, como la puerta de acceso de la calle que se ha tenido que adelantar para ubicar en esa zona las taquillas y el arranque de un tramo de escaleras.

Lo primero que han acabado han sido las taquillas y el bar.  El hueco que ocupará el ascensor es ya visible en el pasillo de acceso a las salas y la previsión es que esos trabajos se prolongarán todavía un tiempo. “El ascensor será de cristal para evitar que pueda parecer una barrera en medio del pasillo”, explican desde la empresa. El ascensor, además de ajustarse a las normativas actuales de ese tipo de equipamientos, supondrá una mejora notable para el usuario de los cines, especialmente para el público con problemas de movilidad y para los usuarios del cine de edad más avanzada para quienes las escaleras a veces son un hándicap. También se harán unos aseos para minusválidos y se está reparando los problemas de goteras de la cubierta del edificio. Ahora, en el suelo de los pasillos descansan las viejas vitrinas del cine que se volverán a colocar. Los trabajos de mejoras han supuesto una inversión de alrededor de 500.000 euros que han tenido una subvención municipal de 130.000, según apuntan responsables de los cines: “Se trata de ir mejorando y poner al día el edificio y las instalaciones para comodidad del espectador, aunque la prioridad es buscar proyectos e iniciativas para atraer a más público”.

Superado el bache económico de hace cuatro años, que coincidió con la factura de la crisis económica que se cebó en todos los equipamientos culturales, los Verdi han ido ganando espectadores. Algunos ciclos funcionan mejor que otros. Uno de los que atrae a bastante público es el Dimarts Cultural que programa películas en torno al arte y artistas en dos sesiones, matinal y una a media tarde. También los pases matinales de películas en cartelera o de títulos recuperados para estudiantes y profesores tienen buena acogida. Unos ciclos educativos que persiguen el inicio de los más jóvenes en el cine, precisamente los grandes consumidores de productos audiovisuales, aunque preferentemente en móviles, tablets u ordenadores.