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Salou se suma a las ciudades que multan a clientes del ‘top manta’

La ciudad sigue el ejemplo de poblaciones como Calafell o Barcelona

Josep Catà
Unos vendedores de top manta en Salou.
Unos vendedores de top manta en Salou.Andreu Dalmases (EFE)

El fenómeno de la venta ambulante no se circunscribe solo a la ciudad de Barcelona, sino que afecta a buena parte de las poblaciones de la costa catalana. Si hace pocos días la alcaldesa de Roses reconocía su “impotencia” para luchar contra el top manta y planteaba imponer sanciones a los compradores como una medida para luchar contra la venta ilegal, ayer Salou empezó a multar a los clientes.

Las multas, de 300 euros, se basan en las nuevas ordenanzas de civismo que han entrado en vigor esta semana. Estas se suman a las sanciones que ya imponen otras ciudades de la costa como Barcelona o Calafell a los compradores de productos ilegales tan variados como bolsos, zapatillas, camisetas, gafas de sol, mojitos, cervezas...

El Ayuntamiento de la capital de la Costa Daurada ha impulsado la campaña “No trenquis el cor al comerç”, una iniciativa que responde a las quejas de los comerciantes de la población, y que pretende concienciar a los ciudadanos de la ilegalidad de la práctica del top manta. La sanción de 300 euros es por una infracción “grave” y está destinada al comprador. Salou también sancionará la “venta ambulante, actividades y/o servicios sin la correspondiente licencia y cualquier acto de colaboración”, según la ordenanza cívica. Además, el Ayuntamiento sancionará con multas de entre 100 y 400 euros a los vecinos que no hagan buen uso de los contenedores de basura.

La campaña contra el top manta llega pocas semanas después de un enfrentamiento entre Mossos d’Esquadra y vendedores ambulantes en Salou, que se saldó con dos agentes heridos. La ciudad ya ha vivido episodios similares en el pasado, a pesar de que el Ayuntamiento no cree que se esté viviendo un “repunte” de esta actividad.

El caso de Salou se suma al de Roses, una población costera que en verano multiplica por cinco sus 19.500 habitantes. En su paseo marítimo se pueden llegar a reunir 400 vendedores de top manta, y el Ayuntamiento se reconoció impotente a pesar de haber contratado seguridad privada y de haber intensificado la presencia policial. La alcaldesa, Montse Mindan, expresó la semana pasada que la respuesta no podía ser solo por la vía sancionadora, aunque el Consistorio no descarta imponer una multa al cliente como la que ha impulsado Salou.

La sanción al comprador ya la prevén otras poblaciones, como Calafell. Esta ciudad del Baix Penedès multa al cliente con entre 1 euro a 20.000 euros, según el valor del producto adquirido, y mantiene una multa de 300 euros a los vendedores. En Barcelona, la Policía Portuaria multa con 50 euros a los compradores. En 2017, la Guàrdia Urbana y los Mossos d’Esquadra impusieron 63.971 sanciones a los vendedores, un 19,3% menos que en 2016.

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Sobre la firma

Josep Catà
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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