Trasladan a Zaballa a dos de los condenados por la paliza a los guardias civiles en Alsasua
Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea salieron el pasado sábado de Soto del Real y llegan hoy a la prisión alavesa
Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea, dos de los siete jóvenes de Alsasua encarcelados en Madrid por su participación en la agresión a dos guardias civiles y a sus parejas en 2016, llegan este viernes a la cárcel alavesa de Zaballa, según han confirmado fuentes de la prisión. De los ocho condenados por atentado a los agentes de la Autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas, siete permanecían en prisión en la cárcel de Soto del Real.
La octava condenada, Ainara Urquijo, con una pena de dos años, está en libertad. Cob y Goikoetxea están condenados a nueve años de prisión. Salieron de la prisión de Soto del Real el pasado sábado con destino a la de Vitoria. Fuentes de las familias aseguran que otro de los condenados, Aratz Urrizola seguirá el mismo camino que Cob y Goikoetxea, y será acercado a Zaballa, junto a la capital alavesa, el próximo viernes.
Según los hechos probados de la sentencia, la agresión se produjo a partir de las dos y media de la madrugada del pasado 15 de octubre de 2016. Un sargento y un teniente de la Guardia Civil entraron con sus respectivas parejas en el bar Koxka de Alsasua. "Nada más entrar en el mismo, advirtieron la presencia de un grupo de personas que les miraron de una forma hostil", reconoce probada la Audiencia Nacional, que explica que el primer encontronazo se produjo cuando uno de los agentes fue al baño. Ohian Arnanz, condenado a 13 años de prisión, le increpó llamándole "madero" cuando iba al servicio. A su salida, otro de los procesados —Jon Ander Cob, penado con nueve años de cárcel— le trató de cortar el paso sin éxito. El teniente logró zafarse y regresó con sus amigos.
Según el relato de los magistrados la tensión se desbordó a las cuatro de la madrugada. Un grupo de 25 personas rodeó en ese momento a los agentes y a sus parejas al grito de "os vamos a matar por ser guardias civiles", "hijos de puta", "pikoletos", "cabrones", "txakurras" ["perros"] y "esto os pasa por venir aquí". "A la vez que eran agredidos los denunciantes con golpes, puñetazos y patadas", subraya el dictamen de los magistrados, que han aplicado en su sentencia los agravantes de abuso de superioridad y de odio por la gravedad de los hechos y porque se cometieron por motivos ideológicos y de animadversión a la Guardia Civil. Los padres de los jóvenes recurrieron la sentencia por "desproporcionada". El tribunal desestimó que se tratara de un delito relacionado con el terrorismo.
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