Un preso arranca un trozo de oreja de un mordisco a un funcionario de Navalcarnero
El sindicato CSIF denuncia el bajo número de empleados públicos en las cárceles
Un preso de la cárcel madrileña de Navalcarnero, apodado El Grapa, arrancó el pasado domingo, de un mordisco, parte de una oreja a un funcionario de prisiones y agredió a otros tres con la pata metálica de una mesa. Según fuentes la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el recluso le rompió a un segundo funcionario varias costillas; al tercero, el dedo anular de la mano izquierda; mientras que al cuarto le causó una contusión en el ojo con un puñetazo. El agresor, de nacionalidad dominicana e interno en el módulo seis de la prisión, cumple varias condenas por homicidio, estafa, lesiones y robo. Fuentes del sindicato UGT-Prisiones creen que se dedicaba a extorsionar a otros presos.
El suceso se produjo después de que el compañero de celda del reo, que le debía dinero, pidiera el traslado de calabozo porque supuestamente le extorsionaba. Tras efectuarse el cambio, El Grapa se quejó ante los funcionarios de que su excompañero le había robado un aparato de radio y, como estos se negaron a entregarle dicho objeto, rompió una de las mesas de la sala de la televisión y les intimidó con una pata de la misma mientras les insultaba.
Tras intentar reducirlo, cuatro de los cinco funcionarios que intervinieron sufrieron lesiones. El empleado público al que le arrancó la oreja —que se encontraba en prácticas— permanece ingresado en el Hospital Doce de Octubre. Según fuentes médicas, un cirujano plástico le está reconstruyendo el pabellón auditivo y previsiblemente no perderá la audición. Los otros tres funcionarios ya han recibido el alta. El Grapa se encuentra en el módulo de aislamiento.
Un portavoz de CSIF explicó este lunes que en verano “suele ser típico” que haya este tipo de agresiones a causa de la falta de personal. “El calor afecta al comportamiento de los presos y normalmente hay menos funcionarios por las vacaciones”, comentó este sindicalista. Pese a que el agresor tenía un perfil “violento y conflictivo”, no es el más peligroso del módulo donde se encuentra. El sindicato denuncia que este tipo de incidentes suceden a diario en toda España, y reclama un aumento de la plantilla en Navalcarnero, que cuenta con 1.020 internos.“Es importante que se pueda dar una cobertura jurídica, psicológica y sanitaria a los compañeros”, añadió el portavoz.
CSIF, que se reúne este martes con el secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, pidió la “aplicación rigurosa” del Protocolo específico de actuación frente a las agresiones dentro del ámbito de los centros penitenciarios. Además, el sindicato afirmó que en su cita con Ortiz pedirá que se “hagan políticas de empleados acordes con la situación actual” y que se agilice el desarrollo de la figura del agente de autoridad.
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