El entorno de Puigdemont ultima una lista para controlar el PDeCAT

El PDeCAT empieza hoy un congreso cuyo desenlace marcará el futuro del independentismo. Aunque estaba planteado como un encuentro ideológico, tras dos años de su fundación, la cita será un duro pulso por el poder entre el expresident Carles Puigdemont y los defensores de una vía más posibilista, representados por la actual coordinadora Marta Pascal. El expresidente y sus allegados, envalentonados por la decisión judicial de ayer, ultiman una candidatura alternativa si Pascal no desiste en su voluntad de mantenerse en la cúpula.

Desde su fundación de las cenizas de Convergència, el PDeCAT arrastra un conflicto interno entre los grupos que no llegaron al poder, independentistas convencidos y la actual dirección, que aboga por una vía más pragmática. Los críticos han encontrado en Puigdemont un factor cohesionador y ahora quieren alinear completamente el partido con la Crida Nacional, el instrumento político que el expresidente y varios diputados de Junts per Catalunya desean crear. La Crida es un proyecto que, según sus organizadores, busca adhesiones individuales. Sin embargo, si quiere tener algún éxito de cara a las elecciones municipales necesita del músculo y penetración que tiene el PDeCAT, que cuenta con más de 400 alcaldías. Puigdemont es un gran reclamo electoral pero necesita una estructura. De ahí las presiones a Pascal para que ceda.

Desde hace meses, para intentar frenar a los críticos, Pascal propuso convertir la asamblea ideológica prácticamente en un congreso. Además de temas programáticos, propuso someter a debate la estructura orgánica, de cara a ampliarla para incluir también a las voces críticas. Incluso ofreció a Carles Puigdemont la presidencia del partido, pero éste declinó el ofrecimiento.

“La Crida no es incompatible con la existencia de un partido tradicional”, aseguró anoche Pascal en una entrevista a 8tv. La coordinadora del PDeCAT insistió en que presentará una candidatura “con representación de todas las sensibilidades” y en la que habrá mucho peso del territorio. Los alcaldes del partido temen la imagen de división a menos de un año de las elecciones municipales. De ahí las llamadas a la unidad, pero su efectividad sólo se verá reflejada en las votaciones de la asamblea del PDeCAT, que se extenderá hasta el domingo.

Los críticos quieren todo el poder del partido, no solo una integración. La actual dirección dudaba de su capacidad para presentar una lista alternativa pero fuentes cercanas explican que está lista, a la espera de ver qué hace Pascal. Lo queda por ver es el apoyo real que tenga. El Confidencial adelantó ayer que incluso Puigdemont dijo durante un encuentro con alcaldes en Alemania que si Pascal no renunciaba, él se iría del partido. La coordinadora lo negó anoche pero fuentes cercanas aseguran que el expresident sí planteó el dilema.