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Mordazas en la pasarela por el ‘procés’

Miriam Ponsa, Txell Miras y Manuel Bolaño desfilaron en la segunda jornada de la 080

Una modelo con un diseño de Miriam Ponsa, ayer en la 080.
Una modelo con un diseño de Miriam Ponsa, ayer en la 080.Enric Fontcuberta

Ya avisó Miriam Ponsa que el manifiesto político que llevó a la pasarela en la edición de invierno podría continuar en su próxima colección. Si en la anterior 080 Barcelona Fashion Week la diseñadora se inspiró en la protesta pacífica de Gandhi como símil del conflicto catalán, ayer hizo lo propio con Martin Luther King y la lucha en pro de los derechos civiles afroamericanos. La mítica frase que encabezó el discurso del activista, “I have a Dream”, se convirtió en el título de una colección con la que Ponsa quiso denunciar las que considera injusticias en el procés.

Las modelos desfilaron amordazadas con cinta adhesiva de color negro en los labios y ocultas tras viseras del mismo color. Su uso reiterado, junto con el blanco, representaba el Apartheid, aunque tampoco faltó el amarillo. La reivindicación también se expresó a través de las formas oversize, que apelan a la libertad de movimiento. Las cintas y las cuerdas se van al lado opuesto para simbolizar la opresión, mientras que la violencia se expresa a través del macramé combinado con aplicaciones metálicas. Las metáforas estuvieron por todas partes, con especial fuerza en uno de los bancos de la primera fila: vacío y forrado de amarillo, reservado a los políticos catalanes encarcelados.

El Recinto Modernista de Sant Pau se ha convertido en un habitual de la moda catalana desde que en 2015 acogiese por primera vez la 080 Barcelona Fashion. Txell Miras llevó ayer esta asociación a sus últimas consecuencias convirtiendo el espacio en el tema de su nueva colección. En Clínic aparece la idea del hospital como un lugar de transición entre la vida y la muerte. El tema encierra múltiples contrarios que quedan plasmados en los colores: rojo para representar el sufrimiento, verde para la esperanza, el azul de la curación, negro para la muerte y el blanco aséptico como extensión del hospital.

Las modelos compartieron pasarela junto a una curiosa compañía. Varios fantasmas o espíritus, representados con la típica tela agujereada a la altura de los ojos, aportaron ese toque místico que también suguieren estos espacios.

Una modelo con sombrero en el desfile de Manuel Bolaño.
Una modelo con sombrero en el desfile de Manuel Bolaño.Enric Fontcuberta

Otro retorno muy esperado, junto al que protagonizó el lunes TCN, fue el de Manuel Bolaño, ganador en dos ocasiones del Premio a la Mejor Colección femenina que otorga la 080. En esta edición mostró Plan B, una línea continua que reúne las prendas míticas del Atelier Bolaño con alguna nueva incorporación. El negro tiñe unos diseños sobrios y atemporales en los que no faltan las transparencias y los volúmenes para modelar una silueta contemporánea. La metapasarela se convierte en el tema de la propuesta con un pequeño acting en el que las modelos posan para un fotografo. La moda es arte, y así lo hace saber el diseñador con un símil museístico: El movimiento propio del desfile se va volviendo estático y, al final, las modelos, quietas, pasan a ser maniquis en una exposición.

El desfile lo ha abierto Systemaction que a pesar de su trayectoria de más de 30 años es la primera vez que desfila en la semana de la moda barcelonesa. Bajo el apropiado nombre The Origin inician una andadura que coge como punto de partida los orígenes de la humanidad, un momento en el que lo bello se relaciona con lo natural y lo imperfecto. De ahí que la paleta se mueva entre los tonos cálidos de la tierra como el ocre y el berenjena junto con las texturas naturales de la seda, el algodón y la lana.

Krizia Robustella, en cambio, crea un universo propio en el que la purpurina y los tejidos brillantes se combinan con riñoneras, leggins y deportivas. La firma femenina y masculina se autodefine como "Sport Deluxe" porque lo cómodo se funde con el lujo y los diseños relegados a lo informal se convierten en piezas glamurosas, y viceversa. Entre grandes globos blancos a modo de burbujas de champán y una atmosfera humeante los complementos cobraron protagonismo con extravagantes gafas en forma de corazón y amplias pamelas.

La firma Mans Concept & Menswear se alejó de la geografía catalana para viajar hasta un Berlín post caída del muro. Tras ganar el premio de Diseño Emergente en la anterior edición, en Mans House rescata ese Berlín que tras la represión comienza a respirar libertad. Los diseños, siguiendo esta temática, son serios y de colores tristes, pero con una estética muy cuidada e inspirada en subculturas. Su intención es aportar "una nueva masculinidad, más dinámica y divertida”.

El cierre del segundo día lo ha puesto Es Collection con su colección Bon Voyage!. Lo que proponen es un viaje en el tiempo hasta la Barcelona de los años 60. La ciudad se abrió al mundo, y eso es lo que enseña la colección. El resultado son unos diseños alegres, refrescantes y llenos de contrastes.

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