El Ayuntamiento de Madrid admite que carece de pisos para alojar a más migrantes

Las plazas que el Ayuntamiento de Madrid puede ofrecer para alojar a los migrantes que han arribado en estos días a España, tanto desde el barco Aquarius como en pateras, han llegado al límite. Al Consistorio solo le quedan libres 20 pisos de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS), que serán ocupados por un centenar de personas procedentes del barco que acogió el Gobierno. La delegada de Equidad, Marta Higueras, reconoció este martes que el Ayuntamiento no dispone de más: "No tenemos recursos ahora mismo", se lamentó, aunque añadió que el ejecutivo local está buscando soluciones.

La alcaldesa, Manuela Carmena, anunció la semana pasada que el Consistorio ponía a disposición de los refugiados 20 pisos de la EMVS, en los que podrían alojarse unas 100 personas. Más allá de esas viviendas, la delegada de Equidad, Marta Higueras, reconoció que los albergues y los centros que el Consistorio ha habilitado de manera extraordinaria para ayudar a los migrantes están llenos y que el Ayuntamiento carece de medios para alojar a más personas.

"Efectivamente, sí, todos los recursos que tenemos están llenos de familias solicitantes de asilo y refugiados", afirmó la delegada en la comisión municipal de Equidad. Aunque agregó que trabaja para buscar una solución al problema: "Ya estamos solicitando soluciones para poder habilitar más y atender desde el Ayuntamiento a todas las personas que pudieran llegar a Madrid", dijo.

Una portavoz municipal detalló que el Consistorio está usando dos centros destinados a personas sin techo para atender a los migrantes como medida de emergencia. En total disponen de 300 plazas, pero ambos "están al máximo". El Consistorio acusa al anterior Gobierno de Mariano Rajoy de haber retrasado los trámites para conceder los asilos, lo que obligó al gobierno local a actuar de manera extraordinaria. "Estas personas están ahí hasta que el Ministerio del Interior les da la primera cita y entran en su sistema de asistencia social. Pero mientras eso no ocurre, las tiene que acoger el Ayuntamiento, aunque no tiene competencia en materia de refugio, sino de emergencia social", explica la portavoz.

En estos meses, el ministerio abrió, además, cinco nuevas dependencias para atender a los refugiados en Madrid, lo que ha generado "un efecto llamada", mantiene el Ayuntamiento, que de momento está costeando la asistencia. Aun así, el Consistorio espera que con el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez todo sea más rápido y los solicitantes de asilo puedan ser atendidos por el Estado o la Cruz Roja.

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En cuanto a los pisos, en los últimos años Manuela Carmena ofreció al Gobierno central 41 viviendas para los recién llegados. De ellas, solo quedan 20 vacías, a la espera de acoger a las 100 personas del Aquarius que se desplazarán a Madrid. Las otras 529 que viajaban en el buque serán repartidas por el resto España. Todo ello sin contar a las que han llegado al país en patera y pueden terminar en Madrid.

La alcaldesa admitió este martes no tener "datos concretos" sobre los migrantes que pueden llegar, aunque calculó que habrá un "número importantísimo" de los procedentes del sur y del aeropuerto, a las que se suman los que han pedido asilo. "No os puedo decir el dato, pero son muchos", afirmó.

El gobierno de Ahora Madrid —formado por Podemos, IU, Equo y Ganemos— se ha mantenido en estos meses firme en su proyecto de ayuda a los que lleguen a la ciudad por razones humanitarias. La pancarta que cuelga del palacio de Cibeles, que da la bienvenida a los refugiados (Welcome Refugees, dice), es el icono de dicha política, y a la vez objeto de críticas de la oposición.

Este martes, por ejemplo, el edil del PP Orlando Chacón reprochó al gobierno local que carezca de recursos para hacer frente a las necesidades reales: "Nunca asumen su responsabilidad. Es una vil hipocresía", atacó Chacón refiriéndose a los anuncios del Ayuntamiento. También Begoña Villacís, de Ciudadanos, acusó a Ahora Madrid de hacer más gestos que políticas.

Higueras contestó que la falta de vivienda pública es responsabilidad del PP. En concreto, dijo, por la venta a fondos de inversión de miles de pisos públicos, que ahora "nos hacen mucha falta". "La falta de vivienda no se debe a que vienen muchos refugiados, sino que se debe en gran parte a la venta de 2.000 viviendas durante los gobiernos del PP", declaró.

La capital tiene un problema de vivienda pública. Tras la enajenación de los citados 2.000 pisos durante la época de Ana Botella —vendidos para reducir el endeudamiento de Alberto Ruiz-Gallardón— la EMVS colapsó: crecen los solicitantes de viviendas, pero el parque disponible no. Durante su mandato, Carmena prometió construir 4.000 nuevas viviendas, pero los tiempos son largos y la oposición habla de retrasos en la ejecución. Esa escasez determina hoy que el Ayuntamiento no tenga un lugar que ofrecer a los migrantes.