La búsqueda de los sepultados en el edificio derrumbado cumple un día

Pasadas las primeras 24 horas tras el derrumbe de la estructura interior de un edificio en obras en el número 19 del paseo del General Martínez Campos de Madrid, los esfuerzos de los equipos de rescate prosiguen con la retirada de cientos de kilos de escombros y sin rastro aún de los dos trabajadores atrapados en el desplome del forjado de la séptima planta. Los bomberos trabajan "sin descanso" en busca de dos obreros tras identificar los perros rastreadores dos posibles ubicaciones.

La alcaldesa de Madrid ha entrado a las dos de la tarde a la zona afectada por el derrumbe para comprobar in situ el trabajo que están desarrollando desde ayer los bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Manuela Carmena ha destacado que el derrumbe ha producido una gran acumulación de escombros y de arena y que los bomberos están retirándolos “poco a poco” y esperando encontrar con vida a los dos obreros desaparecidos: “Había visto fotos de cómo estaba el interior pero nunca es lo mismo verlo en persona. Esto es un enorme drama producido tras el derrumbe de todo el forjado”, ha explicado la regidora.

Los perros ayudan en las labores de rescate

Carmena ha visitado a los familiares de los dos obreros desaparecidos; una de las familias se encuentra en el convento de San Vicente de Paul, situado enfrente del edificio del derrumbe. El alcalde de Malpartida de Plasencia (Cáceres) se ha puesto en contacto con Carmena para agradecerle el trato que se está dando a los allegados del obrero de 56 años desaparecido. El otro, de 42, reside en Parla (Madrid). “Los familiares están muy afectados, muy angustiados y muy derrotados y han pedido que los medios de comunicación no les hagan fotografías ni les saquen imágenes en estos momentos”, ha destacado Carmena. La alcaldesa ha suspendido un viaje que tenía previsto esta tarde a Estrasburgo para participar en un congreso de grandes ciudades europeas.

Unos 50 bomberos del Ayuntamiento de Madrid continúan la búsqueda. Mientras tanto, la Fiscalía Provincial de Madrid ha abierto una investigación y ha dado instrucciones a la policía judicial para que se aclaren las circunstancias de lo sucedido. "Los perros han marcado dos lugares donde creen que están los desaparecidos, pero no sabemos a cuánta profundidad", confiesa la portavoz que, sin querer dar la batalla por perdida, reconoce que es difícil que los obreros sigan con vida. "¿Posibilidades? Pocas, los datos objetivos son poco esperanzadores, pero existen los milagros y los hemos visto ocurrir. Puede que se haya formado una bolsa de aire o que se haya creado una bovedilla que los haya protegido", explica la portavoz.

El forjado de la séptima planta del edificio, de un total ocho, se vino abajo sobre las 16.30 de ayer martes y arrastró al resto de forjados hasta la segunda planta y todos los escombros están acumulados en la planta baja, detalla Emergencias. Dos de las cinco crujías —espacio entre dos muros de carga— del edificio colapsaron y solo se mantienen en pie una que da a la trasera del inmueble y otras dos que dan a la fachada. Los dos operarios se encontraban en la quinta planta cuando se produjo el derrumbe. Otros dos han resultado heridos leves.

Según detalla Emergencias, los bomberos se relevan en los trabajos de desescombro con ayuda de un robot, que entra en zonas donde no hay seguridad para las personas. Los trabajos, según ha explicado a Efe el oficial jefe de guardia del cuerpo, José Luis Castillo, se concentran en dos tajos abiertos, uno en Martínez Campos y el otro en la calle Viriato. Las labores, según advierte Emergencias, son "complicadas" porque persiste "el riesgo de desprendimientos de elementos inestables". Los bomberos realizan demoliciones controladas en la parte superior del edificio, donde el riesgo de derrumbes y la inestabilidad es mayor, para que sus compañeros puedan avanzar de forma más segura.

Están participando en los relevos bomberos fuera de servicio pero que pertenecen a salvamento y desescombro, más especializados. En estos trabajos siguen colaborando perros, tanto de la Policía Nacional como de la Policía Municipal de Madrid y de una asociación, la Unidad Canina de Rescate. 

Castillo ha detallado que en un primer momento se hizo "una búsqueda básica de los obreros guardando silencio e intentando contactar con ellos por los teléfonos móviles, pero no hubo respuesta". Después, se introdujeron perros para localizar y marcar zonas, pero tampoco hubo respuesta. A continuación se utilizaron geófonos para intentar obtener respuesta en la montaña de escombros, mediante la emisión de ruidos. También sin éxito.

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"Ojalá que tenga lugar un feliz desenlace en el sentido de la recuperación con vida de las dos personas que en estos momentos se encuentran en el interior del edificio, pero la dimensión del accidente es muy notable", por lo que "serán varios los días" de retirada de los escombros hasta que puedan llegar hasta el último rincón, indicó anoche el vicepresidente, consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán, en el lugar del suceso, según recoge Efe. 

Los edificios contiguos al inmueble afectado (los números 17 y 21), ocupados principalmente por oficinas, fueron desalojados. Diez familias han sido reubicadas mientras duren los trabajos de desescombro y búsqueda de los desaparecidos, que pueden prolongarse durante dos o tres días, según el concejal de Seguridad y Emergencias, Javier Barbero.

Aunque ayer la búsqueda se estuvo haciendo en algún momento de forma manual, con una pala, durante la noche se han empezado a utilizar miniexcavadoras y retropalas para ir retirando los escombros. Cuando los bomberos se acerquen a la zona donde pueden encontrarse los trabajadores, volverán a hacer la retirada a mano.

También se han utilizado detectores de sonido, como cámaras y micrófonos. Desde Emergencias Madrid destacan la complejidad de las tareas porque el riesgo de desprendimiento parcial persiste. En el lugar se encuentran efectivos del Samur Protección Civil y del Summa.

Además, un equipo de psicólogos del Samur han estado desde el primer momento acompañando a los familiares de los trabajadores que se están buscando, dos varones de 42 y 56 años, de nacionalidad española, uno madrileño y otro natural de Malpartida de Plasencia (Extremadura), padre de un hijo de cuatro años. Las familias han acudido al lugar del desastre y han querido pasar allí la noche para seguir de cerca los acontecimientos, asistidos por psicólogos. Una miembro del equipo psicosocial del Samur, Belem Jareño, dice en un mensaje en Twitter que están preparándolos "para la situación que les puede venir y que vean la realidad de la situación".

El derrumbe se produjo en una parte del forjado del inmueble, que estaba siendo rehabilitado para hacer pisos de lujo. La promotora Richelieu Developments, responsable de las obras, tenía los permisos en regla, según informó ayer la alcaldesa, Manuela Carmena. Las viviendas resultantes de la reforma tenían un precio de 1,5 millones de euros la más barata.

Varios vecinos criticaron la reforma en un edificio de principios del siglo XX, especialmente un aparcamiento de tres plantas y 57 plazas de garaje. “Los vecinos nos lo olíamos. Estos edificios son antiguos. Cuando empezaron las obras me pareció una locura”, cuenta Ana Martinez, vecina. Habitantes de edificios cercanos aseguraron que, en el momento del derrumbe, oyeron desde sus casas un fuerte estruendo seguido de una gran cantidad de polvo en suspensión.