Quim Torra promete el cargo de ‘president’ omitiendo a la Constitución y al Rey
El Gobierno declina asistir a la toma de posesión del líder de la Generalitat, que duró menos de tres minutos
Ni tres minutos ha durado la toma de posesión de Quim Torra como nuevo presidente catalán. En el acto más minimalista de este tipo que se recuerde en el Palau de la Generalitat, el nuevo president ha jurado el cargo sin hacer referencia alguna a la Constitución o al Rey y se ha limitado a prometer "fidelidad al pueblo de Cataluña". Torra solo ha estado acompañado por su familia y los únicos símbolos en el recinto donde se ha celebrado el acto han sido una senyera y el medallón que identifica al presidente, que Torra no ha lucido. El nuevo president sí llevaba en la solapa el lazo amarillo, símbolo de apoyo a los políticos en prisión preventiva. El Gobierno, en desacuerdo con el formato del acto, ha declinado asistir.
"Prometo cumplir lealmente con las obligaciones del cargo de presidente de la Generalitat, en fidelidad a la voluntad del pueblo de Cataluña, representado en el Parlament", ha jurado Torra ante el secretario del Govern, Víctor Cullel. Se trata de una fórmula similar a la que usó Carles Puigdemont en 2016 y que levantó polémica por el hecho de no mencionar ni a la Carta Magna ni a su Majestad. La justicia, sin embargo, determinó que la fórmula no está reglada y no vio ninguna ilegalidad. En la toma de posesión del expresident tampoco había ninguna bandera española en el salón.
La ceremonia ha estado presidida por el presidente del Parlament, Roger Torrent, y Cullel, que leyó el decreto en el que se nombra a Torra. El único público fueron la compañera del president, Carlota Miró, y otros familiares a los que Torra ha saludado tras el juramento. En la sala solo hay una estatuta de la Virgen de Montserrat, la patrona de Cataluña, y un tapiz de Sant Jordi. En la mesa estaba el medallón que identifica al presidente de la Generalitat y que Mas entregó a Puigdemont el día de su investidura. El papel de la joya, sin duda, es simbolizar la ausencia y legitimidad de Puigdemont en un nuevo Govern en el que el propio Torra ha dicho que jugará un papel de mero "custodio".
El Gobierno central ha querido escenificar su malestar con el acto declinando asistir. Una imagen que contrasta con la presencia en el acto de investidura de Puigdemont. En 2016, asistieron en nombre del Gobierno central el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández y la ex delegada del Gobierno María de los Llanos de Luna. Entre el público también estuvieron entonces el inspector general del Ejército en Cataluña, Ricardo Álvarez-Espejo, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
El desacuerdo entre las partes lo motivan los detalles de la toma de posesión. El Gobierno central (encargado de la Generalitat en virtud del artículo 155) y el equipo de colaboradores del nuevo líder catalán negociaban desde hace dos días el contenido, pero no llegaron a un acuerdo. Desde Moncloa han asegurado esta mañana que se "ha intentado imponer el nivel de la delegación gubernamental", cosa que no se ha aceptado. El Gobierno considera además que el modelo de acto por el que finalmente se ha optado "degrada la propia dignidad de la institución".
Sin invitados
La convocatoria oficial a los medios llegó a las 10.20 horas de este jueves e incluía detalles atípicos en una ceremonia de este tipo. La toma de posesión acostumbra ser un acto con un gran número de invitados, lleno de simbolismo y con un gran despliegue mediático. Todos esos detalles han sido minimizados y el equipo de Torra ha optado por un encuentro casi íntimo. No se ha invitado, por ejemplo, a los expresidentes de la Generalitat o del Parlament. Tampoco a los presidentes de los otros grupos parlamentarios.
La toma de posesión usualmente se realiza en el Salón de Sant Jordi, con más aforo y el más simbólico del Palau. A la de Carles Puigdemont, por ejemplo, asistieron 400 personas. Esta vez se ha optado por el Salón de la Verge de Montserrat, mucho más pequeño. El acto se enmarca en la "estricta legalidad catalana", dice la nota de convocatoria enviada por el departamento de Presidencia de la Generalitat.
En la fachada del Palau sí ondea la bandera española. Adicionalmente, se ha colgado del balcón el tapiz con el escudo de la Generalitat que se suele exhibir en las fiestas oficiales y un mástil extra con otra bandera catalana, informa Pere Ríos. Torra ya había anunciado que una de sus primeras medidas como presidente de la Generalitat sería colocar un gran lazo amarillo. De hecho, la frugalidad de los actos la atribuyen desde su entorno al respeto al momento de "excepcionalidad político y de respero a los presos políticos".
El acceso a los medios de comunicación también ha sido restringido, argumentado problemas de aforo. Solo los medios públicos catalanes y las agencias podrán estar en el salón donde se realizará el acto. El resto de medios que deseen lo podrán seguir desde la sala de prensa del Palau de la Generalitat. La toma de posesión tampoco ha despertado mucha curiosidad entre los catalanes, ya que a diferencia de otras ocasiones hay pocos curiosos en la plaza de Sant Jaume.
Un acto "formal"
El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha asegurado que la toma de posesión es un acto "formal". Preguntado por la no presencia del Gobierno en el mismo, Catalá ha dicho que lo "relevante" es que Torra designe a su consejeros y puedan "empezar a trabajar juntos" los dos gobiernos, informa Guillem Andrés.
Inés Arrimadas, líder de Ciutadans y jefa de la oposición cuando se constituya el Govern, se ha referido al acto de este jueves en una entrevista radiofónica "Nosotros siempre vamos a este tipo de actos, pero no nos han invitado así que no nos hemos planteado si ir o no", ha dicho.
Por su parte, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha propuesto hoy regular las tomas de posesión de los cargos públicos para que en ellas sea obligatorio "acatar la Constitución y respetar al jefe del Estado y la Monarquía". "Vamos a presentar una iniciativa legislativa para regular y concretar los nombramientos de altos cargos y cargos electos, para que se proteja la lealtad constitucional en los actos de posesión", ha anunciado en Antena 3, tras defender que las "manifestaciones políticas hay que dejarlas para otros momentos" y que "en el momento de tomar posesión del cargo hay que acatar la Constitución".
Torra denuncia un intento de 'hackear' su cuenta de Twitter
El presidente de la Generalitat electo, Quim Torra, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter que se está intentando 'hackear" su perfil en esta red social con el fin de introducir tuits que él no habría hecho. "Lamento comunicar que están intentando hackear mi cuenta de Twitter. Pueden haberse filtrado comentarios que yo no he realizado", advierte Torra en un tuit publicado esta mañana, que concluye: "Espero poder resolverlo en breve".
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