El barrio que quiere recuperar su nombre
Doce asociaciones reivindican cambiar la denominación de Buenavista a Carabanchel Alto
El pasado 3 de mayo, las esperanzas de muchos carabancheleros del barrio de Buenavista cayeron en saco roto. La Junta del Distrito, con el voto a favor de Ahora Madrid y los votos negativos de PSOE, Ciudadanos y PP, rechazó la proposición de cambiar el nombre del barrio a Carabanchel Alto, iniciativa vecinal encabezada por la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto y apoyada por otras 11 agrupaciones de la zona.
Algunos asistentes no podían contener su indignación al conocer el resultado: “Esto es una vergüenza, se le quita la felicidad a uno con estas cosas”, exclamaba Fulgencio Sánchez, vecino del barrio de 86 años. La Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto asegura llevar al menos 30 años intentando "devolver" al barrio su popular denominación, sin éxito. En esta ocasión no solo se habían asegurado el respaldo de varias asociaciones de la zona, sino que reunieron 2.200 firmas a favor de la iniciativa, lo que hace la negativa aún más dolorosa.
"Nadie conoce este barrio como Buenavista, esto ha sido Carabanchel Alto y siempre lo hemos llamado así", reivindica Sánchez. María del Rosario González, vocal de la Asociación de Mujeres de Carabanchel, corrobora este hecho. "Yo siempre había hablado de Carabanchel Alto, pero a raíz de esta iniciativa me enteré de que todo este tiempo se había llamado Buenavista", reconoce. El mismo fenómeno sucede entre las diversas asociaciones que respaldaron la proposición.
Desde la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto se insiste con que, más allá de ser una reivindicación histórica o emocional, cambiar el nombre a la zona es una cuestión de uso popular. “Pese al paso de los años, tanto en el habla cotidiana como en las calles han quedado vestigios de que esta zona era Carabanchel Alto”, explica Felo de Andrés, vocal de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto. Como indicios de esto último, señala que varias líneas de autobús (34, 47, 139 y N17) tienen como cabecera la parada de Carabanchel Alto, la existencia de la parada de metro de Carabanchel Alto (línea 11), algunas señales de tráfico con este nombre, la avenida principal del barrio y los nombres de las propias asociaciones de la zona.
¿De dónde sale, entonces, el nombre de Buenavista? Es una pregunta que desconcierta a todos los vecinos. “No hay ni un solo edificio o calle en el distrito de Carabanchel que tenga ese nombre”, apunta De Andrés. Sí se encuentran rastros de esta denominación en el distrito de Salamanca, concretamente en una sede militar, un centro cultural y una biblioteca municipal. En el barrio de Lavapiés hay una calle con ese nombre.
"El nombre de Buenavista se debe a una cosa tan tonta como que hay muy buenas vistas de Madrid desde allí", señala Luis Miguel Asparisi, investigador del Instituto de Estudios Madrileños. El cambio de nombre se produjo el 28 de octubre de 1968, cuando se replanteó la división administrativa de Madrid con la que pasó de tener 18 distritos a 21. Fue en esa reorganización en la que el distrito de La Latina se desgajó de Los Carabancheles. "La absurda división de distritos con el pegote de La Latina ha seguido incrementado el arrasamiento y la despersonalización de los antiguos pueblos", señala Jesús Fernández Sanz, historiador y documentarista especializado en Los Carabancheles.
El octavo barrio de Carabanchel
En la pasada Junta de Distrito, la Asociación de Vecinos de Carabanchel contaba con que el PSOE votaría a favor de la proposición, lo que, junto con el voto de Ahora Madrid, supondría la aprobación de la iniciativa por el mínimo. No fue el caso. "Nosotros votamos en contra no porque rechacemos cambiar el nombre, sino porque antes tiene que resolverse la proposición que se aprobó en febrero de 2016", explica Erika Rodríguez, concejala del distrito por el PSOE.
Dicha proposición se trata de una enmienda que el entonces vocal del grupo socialista, Gabriel Calles, presentó frente al intento de la Asociación de Vecinos de cambiar el nombre ese mismo año. La enmienda señalaba la necesidad de convertir el PAU Ensanche de Carabanchel, una zona residencial construida durante el auge inmobiliario en torno a la avenida de la Peseta, en el octavo barrio del distrito. Al convertirlo en una unidad administrativa independiente, sería más sencillo suplir la zona de los servicios de los que carece, como colegios o ambulatorios. "En los últimos años mucha gente joven se ha movido a esta zona y creemos que habría que enmarcar la singularidad de estos nuevos vecinos convirtiéndolo en un barrio nuevo", explica Rafael José, secretario general del PSOE del distrito.
Fulgencio Sánchez tacha de absurda esa proposición. Reconoce que ya no se siente con fuerzas para intentarlo de nuevo. "Estoy cansado ya, que se lleve otro el disgusto", afirma. De Andrés, por el contrario, lo tiene muy claro. "Que no quepa duda de que volveremos a intentarlo, aunque probablemente será en la próxima legislatura. Los de esta asociación somos muy cabezones", explica entre risas. La pelea por traer de vuelta el nombre del barrio que Manolito Gafotas hizo mundialmente conocido continuará en el próximo asalto.
De pueblo a barrio de Madrid
Carabanchel Alto y Bajo fueron dos de los 12 pueblos que se anexionaron a Madrid entre 1948 y 1955. "Había mucho interés por parte de estas localidades por formar parte de Madrid por los servicios que ofrecía la capital, que no podían compararse a los de los pueblos", explica Asparisi. Ambas localidades se fundieron con Madrid al mismo tiempo, el 29 de abril de 1948.
Hasta 1968, los dos pueblos formaban, junto con San Isidro, los tres barrios que componían el distrito de Los Carabancheles. El 28 de octubre desapareció la denominación de Carabanchel Alto en favor de Buenavista, en cuyos límites actuales se encuentra buena parte de lo que era el casco antiguo del pueblo original, según asegura la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto.
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