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La búsqueda de la joven desaparecida en A Coruña tras acercarse a ver las olas se retomará este domingo

La mujer bajó en la madrugada del viernes a la playa de Riazor junto a otras dos personas para contemplar el Atlántico embravecido y en alerta naranja

Un helicóptero rastrea la zona de la playa de Orzán, en A Coruña, este viernes.Foto: atlas | Vídeo: GTRESONLINE / atlas

Las labores de búsqueda por mar y aire de la joven de 22 años que resultó arrastrada en la madrugada de este viernes por una ola en A Coruña se retomarán mañana domingo, tras una segunda jornada sin éxito. Esta mañana, las tareas se reanudaron después de que ayer, poco después de las 18.00 horas, quedasen interrumpidas debido a las malas condiciones climatológicas. La mujer, originaria de Ourense, había bajado a la playa de Riazor junto a otras dos personas para contemplar el Atlántico embravecido y en alerta naranja, cuando en apenas un instante, según el relato de los testigos, desapareció engullida por un golpe de mar, justo a los pies del monumento que en el paseo marítimo coruñés homenajea a un estudiante eslovaco y tres policías que murieron ahogados en enero de 2012.

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Este sábado ha habido tres falsas alarmas, según han indicado fuentes municipales consultadas por Europa Press, que han explicado que los efectivos a bordo de las embarcaciones han realizado avistamientos de lo que después resultaron ser algas. Tras la incursión de buzos en el mediodía de este sábado en zonas rocosas de Riazor, coincidiendo con la bajamar, por la tarde prosiguieron las labores por mar (pero sin inmersiones), aire y tierra, aprovechando la luz del día. La intención este domingo es volver a realizar una inmersión, también sobre el mediodía. La búsqueda volverá a realizarse por tierra, mar y, en principio, también por aire.

Las malas condiciones del mar dificultaron han dificultado las tareas de búsqueda este sábado, ya que ha proseguido el mar de fondo y la visibilidad ha sido mala, pero sobre todo afectaron a la jornada de este viernes. La concejala responsable de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, informó ayer por la tarde de que el amplio dispositivo que trabajó durante toda la jornada no consiguió ningún resultado, si bien efectivos que iban en el helicóptero Helimer estuvieron "un rato parados mirando" una zona, "pero no era nada". Las tareas por tierra continuaron el viernes mientras la luz lo permitía. Además, quedó un retén básico por la noche en la zona de la coraza. Este sábado a primera hora se retomó todo el operativo. La familia de la joven ha seguido de cerca los trabajos, el Ayuntamiento de A Coruña está en permanente contacto con ella y ha recibido asistencia psicológica.

La alerta de la desaparición la recibió el 112 a las 5.50 de la madrugada del viernes. Era noche cerrada, estaba bajando la marea y "la resaca era muy potente", informó desde el centro de mando del dispositivo de búsqueda la concejala Rocío Fraga. La joven estaba acompañada de dos chicos, que fueron atendidos en el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña. Uno de ellos tenía su ropa mojada porque intentó entrar en el agua para ayudar a su amiga, apuntó Fraga. Ambos relataron a la policía que todo ocurrió tan rápido que ni siquiera escucharon a la mujer pedir auxilio.

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El padre y la hermana de la joven, "destrozados" y "en shock", acudieron este viernes a A Coruña junto a otros familiares para seguir de cerca las labores de búsqueda y recibieron atención psicológica. "Estamos en permanente contacto telefónico con ellos", apuntó Rocío Fraga.

El golpe de mar que arrastó a la joven ourensana se produjo en un punto muy peligroso de la bahía coruñesa, en la orilla pegada al espigón que separa las playas de Riazor y del Orzán y que es conocido en la ciudad como La Coraza, un cruce de fuertes corrientes que se convierte en una trampa mortal con alerta naranja.

El suceso recuerda en A Coruña la tragedia de Tomas Velicky, un estudiante eslovaco que el 27 de enero de 2012 fue arrastrado por el mar de madrugada tras adentrarse en él también con alerta naranja. Tres policías nacionales, Rodrigo Maseda, Javier López y José Antonio Villamor, murieron junto a Velicky al intentar rescatarlo. El Atlántico tardó casi un mes en devolver los cuatro cadáveres. La ciudad erigió un monumento en su memoria justo en La Coraza donde una ola se ha llevado a la joven de Ourense.

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