El Ayuntamiento abrió El Retiro al considerar que las rachas máximas llegarían por la tarde

La delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, explicó este lunes que abrió El Retiro en la mañana del sábado porque "calculó" que las "rachas máximas" llegarían por la tarde. En la madrugada de ese día habían caído dos árboles y ante el empeoramiento meteorológico el ejecutivo adelantó el cierre a las 13.00. Media hora después, un pino caía y aplastaba a un niño de cuatro años, que falleció. El árbol colapsó en la raíz, aunque el Ayuntamiento afirma que estaba "completamente controlado", y añade que "el riesgo cero no existe".

"La máxima velocidad de las rachas se preveía a partir de las dos. Éramos conscientes, pero nuestra idea era que estuviese cerrado cuando empezaran las rachas máximas, que no superaban lo que consideramos alerta roja", mantuvieron este lunes Sabanés y la directora general de Gestión de Agua y Zonas Verdes, Beatriz García San Gabino, quienes insistieron en que la apertura de El Retiro se hizo respetando el protocolo municipal, activo desde 2016. Y añadieron: "Viendo la posible evolución, determinamos que la medida más prudente era proceder al cierre".

El protocolo plantea el cierre del parque cuando las rachas superan los 80 kilómetros por hora. En la mañana del sábado 24 de marzo, a las 8.00, se daba una alerta amarilla y se preveía (según la AEMET) que a las 14.00 habría alcanzado el nivel naranja (entre 50 y 70 kilómetros).

A las 13.00, el Ayuntamiento dio la orden de desalojar El Retiro. Los servicios municipales comenzaron a "peinar" la zona, avisando a los transeúntes. El desalojo tarda de media entre una hora y una hora y media, explicó Sabanés. A las 13.30, sin embargo, un pino cayó abatido por los vientes sobre un niño que jugaba con su patinete. El menor se encontraba cerca de una salida cuando el árbol, con una edad de 53 años y una altura de 15 metros, lo golpeó. El padre resultó herido.

Sabanés no aclaró si el hombre había sido avisado de que tenía que alejarse de la zona, y por ello, se encontraba cerca de la salida. La edil prefirió guardar silencio sobre la situación familiar del fallecido, pero sí explicó que el pino piñonero estaba "en buen estado fitosanitario" y que había sido revisado esa misma semana, además de los controles de 2014.

"Es imposible prever este tipo de caídas porque el árbol no da absolutamente ninguna señal", insistió la directora general de Zonas Verdes. La zona donde se encontraba el árbol estaba balizada, pero el suelo húmedo facilitó su desplome.

"El parque venía de una situación de dos días de cierre de reparación con servicios ordinarios y extraordinarios para prepararlo para el fin de semana, que es cuando se produce el mayor uso", dijo la delegada. La edil manifestó sus condolencias por un hecho "tan doloroso" como la muerte del pequeño, pero reiteró que los controles municipales sobre esa zona habían sido exhaustivos.

El pasado miércoles, el Consistorio también cerró el parque. Entonces, las rachas alcanzaban los 50 kilómetros por hora, es decir, eran de igual intensidad o menor que las del sábado. Sabanés dijo que ese cierre era para revisar los árboles y no para prevenir posibles accidentes. En la nota de prensa, sin embargo, se mencionaba el peligro de "riesgo de caída de árboles".

Los datos oficiales revelan que desde el viernes por la noche las fuertes rachas de viento han causado la caída o el tronchado de 290 árboles y 67 ramas, muchos de ellos a lo largo del propio sábado. Solo en El Retiro han caído en estos días 13 árboles. Este parque permaneció este lunes cerrado para revisar la situación del arbolado y retirar las ramas caídas.