Carmena renovará El Retiro para atajar su “fin de ciclo y decadencia”
Los expertos insisten en que es necesario reducir el número de eventos culturales y deportivos en el parque y aprueban las alertas por nieve y viento que cerrarán su acceso
La concejal madrileña de Medio Ambiente, Inés Sabanés, ha presentado esta mañana el plan director del arbolado del parque de El Retiro elaborado por un grupo de expertos tras la alarma generada por la caída de varios ejemplares y la muerte de una persona aplastada por una rama en 2014. A partir de ese examen de riesgo, se han talado 531 ejemplares y se han podado otros 2.708 (el 14% del total) entre octubre de 2014 y enero de 2016. Además, los expertos han concluido la necesidad de renovar el arbolado porque "se enfrenta a un final de ciclo vital". Apuestan por la sustitución progresiva de los castaños de India (que suponen el 35% del total); la disminución de la presencia de las especies más numerosas (pinos, cipreses y cedros del Atlas y del Himalaya) en favor de otras apenas utilizadas o nuevas; y la mejora del suelo, entre otras medidas.
Los expertos concluyen en su informe que, “aproximadamente cada 100 años, se produce un ciclo de renovación del arbolado del parque, por su decadencia y mal estado general”. “Actualmente, estamos ante el final de uno de esos ciclos”, añaden. Cerca del 30% del arbolado está en plena madurez, un 17% en madurez avanzada (con debilitamiento de las raíces la copa) y un 3% sufre una “disminución significativa” de su copa y raíces. El informe destaca además que durante el siglo XX se introdujeron muchas especies nuevas, exóticas y ornamentales, de países del este y de América, que “provocan cierta sensación de monotonía y uniformidad” porque se mantienen invariables durante todo el año. Así, durante el pasado siglo “se pierde parte de la extraordinaria riqueza botánica alcanzada en el XIX”.
El 61% del arbolado de El Retiro está compuesto por ejemplares maduros; el 32% son jóvenes; y el 7% viejos o decrépitos. Un 5% se pueden considerarse singulares, tanto por su valor histórico como por su interés paisajístico. Sin embargo, en el parque no hay muchos árboles centenarios, debido a los efectos de la Guerra de la Independencia; el más antiguo es el Ahuehuete, de 200 años, que pudo ser plantado tras el conflicto. El Ayuntamiento, que dirige Manuela Carmena (Ahora Madrid) está preparando una aplicación para móviles que informe sobre el estado de cada ejemplar, y estudia además elaborar una página de Internet propia para el parque.
Pese a que hay 136 especies de árboles en el parque, la diversidad “es un tanto ficticia” porque muchas de ellas tienen una presencia “anecdótica”. Los castaños de Indias son mayoría, con un 35% del total pese a que nunca han crecido demasiado por los “diversos problemas que les han afectado”. Faltan, en general, ejemplares de gran porte (sólo un 10% del arbolado tiene más de 17 metros de altura) que puedan construir una cubierta arbórea que proteja a otras especies menores. Los expertos concluyen además que las renovaciones realizadas hasta ahora en el arbolado de alienación “no han tenido los resultados esperados”, con “un elevado número de marras y una importante pérdida de valor estético”. En conjunto, falta una “intencionalidad paisajística”.
Los expertos consideran que el número de ejemplares es adecuado, pero adelantan "la posibilidad de definir espacios sin arbolado en el parque, como determinados entornos a edificios singulares o bien jardines específicos que por su historia y diseño no deberían contener arbolado".
Demasiados eventos
Alertas y cierre por viento o nieve
El gobierno municipal presidido por Ana Botella (2012-2015, Partido Popular) ya anunció, a partir de las conclusiones del comité de expertos creado en 2014, que se elaboraría un protocolo para cerrar el parque de El Retiro total o parcialmente en caso de fuertes viento y nevadas. Respecto a las carreras, conciertos y otros actos culturales o deportivos que se celebran allí, los expertos señalaron que "el uso intensivo" por la "celebración continuada de eventos multitudinarios provoca la invasión de las zonas cercanas a los árboles, compactando el terreno de forma no natural y favoreciendo el desarrollo de pudriciones".
El Ayuntamiento comenzó entonces a prohibir eventos que pudieran causar daños al arbolado. "Es necesario reducir el uso intensivo que se viene haciendo del parque, sobre todo en cuanto a la organización de eventos extraordinarios que congregan a miles de personas, o de aquellos eventos que por sus características puedan interferir significativamente con las labores de conservación y vigilancia del parque", indican los expertos.
Esta mañana, el subdirector municipal de Parques, Santiago Soria, ha transmitido de nuevo su preocupación por “la cantidad de eventos” que se siguen celebrando en el parque. La concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés (Ahora Madrid), avanzó que se está estudiando junto al resto de áreas de gobierno cómo hacer frente a este problema. “El estudio del arbolado tiene que estar aparejado a un estudio de usos”, añadió la concejal, según EP.
Respecto a los cierres del parque, el protocolo elaborado por el Ayuntamiento y anunciado el pasado 31 de mayo prevé cuatro niveles de alerta para “evitar riesgos a la ciudadanía”. Con viento inferior a los 50 kilómetros por hora, la situación no requerirá de intervención alguna. Hasta los 71 kilómetros por hora se decretará la alerta amarilla, que no contempla riesgo general para la población , pero puede conllevar la caída de ramas o árboles. Con vientos de hasta 85 kilómetros por hora, se activará la alerta naranja, que si supone riesgos para las personas. A partir de esa velocidad, será alerta roja por “grave riesgo”.
En caso de nevadas, la alerta amarilla se activará entre los dos y cinco centímetros de precipitaciones (que, acumuladas en las ramas, pueden provocar su rotura); la alerta naranja, entre cinco y 20 centímetros; y la roja a partir de los 20.
Con alerta amarilla o naranja de viento o nieve, se cerrarán algunas zonas (las áreas infantiles y para mayores, los jardines de Cecilio Rodríguez y del Arquitecto Herrero Palacios). Con alerta roja, todo el parque excepto las puertas de evacuación.
Aplastado por una falsa acacia
El 21 de junio de 2014, un hombre de 38 años falleció al caerle encima una rama de 400 kilos de una falsa acacia cuando jugaba con sus hijos. Los conservadores del parque señalaron entonces que el árbol estaba sano, pero sufrió una descompensación de humedad y un golpe de calor quebró la rama. Varios ejemplares más se han derrumbado en el parque desde aquel día, aunque sin víctimas. Sin embargo, la alarma social se disparó al fallecer el 8 de septiembre de 2014 otro hombre, aplastado por la rama de un olmo cuando paseaba por una calle en el distrito de Villa de Vallecas.
El Ayuntamiento, gobernado entonces por Ana Botella (Partido Popular), aseguró que no había motivo para la alarma: las intervenciones de emergencia por riesgo de caída de ramas afectaban sólo al 0,0006% del arbolado, es decir, a seis cada 10.000 ejemplares. Pero teniendo en cuenta que la ciudad tiene unos 300.000 árboles de alineación, eso suponía casi un incidente al día, sin contar los ejemplares de los parques. Por suerte, desde entonces no se han vuelto a registrar víctimas mortales; antes de las dos muertes de 2014, el último fallecido había sido en el año 2000.
Un comité de nueve expertos
El 14 de julio de 2014, respondiendo a esa alarma social, el Ayuntamiento constituyó una comisión de expertos para revisar el arbolado del parque de El Retiro. La ha presidido Carlos del Álamo, decano del Colegio de Ingenieros de Montes, y han formado parte de ella además Nuria Bautista Carrascosa, directora municipal de Zonas Verdes; Santiago Soria Carreras, subdirector municipal de Parques; Antonio López Lillo, ingeniero de Montes; Antonio Prieto Rodríguez, catedrático de la Escuela Superior de Ingeniería de Montes; José Antonio Sáiz de Omañaca, profesor de Patología Forestal en dicha escuela; Ángel Muñoz Rodríguez, jefe de Jardines de Patrimonio Nacional; Laura Mendiburu, presidenta del Comité Hispano de la International Society Arboricultura; y Rosa María Montalvo Mate, jefa de conservación del Retiro.
En noviembre de 2014, el comité hizo público su primer informe, que proponía la elaboración del plan director presentado esta mañana (que tendrá 50 años de validez y se revisará cada cinco). Los expertos elaboraron en primera instancia un protocolo de actuación rápida para determinar “el umbral de riesgo” de caída de los árboles (según su especie, edad, diámetro, copa, raíces, ubicación, etcétera). Entre julio y noviembre, se examinaron los 19.190 árboles de 163 especies de El Retiro, y se detectó que uno de cada 12 ejemplares era peligroso, tenía defectos graves o presentaba deficiencias visibles.
Un de cada cuatro, con mayor riesgo
En concreto, los expertos seleccionaron 4.905 árboles (uno de cada cuatro), incluyendo a “todos los ejemplares de especies de mayor riesgo y los catalogados como viejos”. Eran especies de riesgo el cedro, el eucalipto, la acacia de tres espinas, el pino, el álamo y el chopo, la falsa acacia, la acacia del Japón y el olmo. Esos 4.905 árboles se dividieron según la urgencia de su estado: 814 requerían una intervención en menos de nueve meses, y sobre esos se centraron los expertos (aunque uno de ellos se cayó justo el día en el que se revelaba ese primer informe, el 14 de octubre de 2014).
Los 813 árboles que precisaban de intervención a corto plazo se catalogaron también según su riesgo, y 16 de ellos fueron talados inmediatamente. De los restantes, se detectaron 41 con máximo nivel de riesgo, 100 con “defectos graves” y 273 con “defectos visibles”. Así, 414 de los 4.904 árboles analizados mostraron defectos o peligrosidad (el 8,5%). En cuanto a su salud, 409 ejemplares (el 8,3%) estaban algo enfermos (270), enfermos (107) o moribundos (32). Y por edad, el 35% eran jóvenes, el 58% estaban en su plenitud, y el 7% eran viejos o decrépitos. Un 0,1% estaban muertos. Además, de los exámenes realizados por los expertos se concluyó la poda urgente de 2.708 ejemplares (el 14% del total); y se colocaron apoyos en 91.
Análisis y tala en el resto de la ciudad
El Retiro ocupa sin embargo sólo 118 de las 6.500 hectáreas de zonas verdes de la capital, y alberga 19.034 de los 1,4 millones de árboles censados en espacios públicos. La mayoría se encuentran en la Casa de Campo o el monte de El Pardo, donde el daño que pueden causar al caerse es limitado. Pero al Ayuntamiento le preocupaban especialmente los 293.356 árboles distribuidos por las calles y plazas de la capital. Por ello, inició una serie de “estudios específicos del arbolado” en otras zonas de la ciudad, cuyo resultado fue que, de los 7.923 ejemplares examinados en cinco áreas (entre ellas, la Castellana), 1.439 tuvieron que ser condenados a la tala (casi uno de cada cinco). Otros 1.792 fueron podados (el 28% de los restantes). Esos exámenes y talas prosiguieron en los siguientes meses.
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