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La semana trágica en la cuna de Podemos

El barrio de Lavapiés, laboratorio del partido de Pablo Iglesias, es el escenario de una gran crisis del gobierno de Manuela Carmena

Desperfectos después de los altercados en Lavapiés. / Vídeo: Manuela Carmena apoya la actuación policial tras las protestas el 19 de marzo de 2018.Foto: atlas | Vídeo: VICTOR SAINZ

Podemos fue Lavapiés antes de ser Podemos. El teatro, la librería, el bar y la primera sede del movimiento compartían cuatro estrechas calles del céntrico barrio madrileño. En Lavapiés, los actuales dirigentes de la organización olieron el potencial del 15-M. Era la catarsis de la Transición y contra ella lanzaron sus dardos. Lograron cinco millones de votos en su primera candidatura, pero su hito más importante fue alcanzar el gobierno de la capital en 2015. Madrid se convirtió en su escaparate y trampolín para demostrar las virtudes de un "cambio" al que aspiraron ser sus principales intérpretes. En estos tres años, el Ayuntamiento superó varias crisis. Aunque la de Lavapiés "es una de las más duras", admite un miembro del gobierno de Manuela Carmena, que rompe el silencio sobre los altercados de la semana pasada, con una pizca de ironía: "Esperamos que termine pronto".

Oficialmente todo ha sido "correcto", reiteran desde el Consistorio. El gobierno municipal no asume errores ni dimisiones tras la muerte de Mame Mbaye, el mantero fallecido por un ataque cardiaco el 15 de marzo. Pero la realidad es otra. La fractura interna ha vuelto a ensancharse. El jueves, dos ediles del gobierno se enfrentaron a gritos porque unos, los del sector radical, querían desmarcarse de una moción de apoyo a la Policía Municipal. Pedían votar a mano alzada, pero el grupo se lo impidió.

Una pequeña demostración de fuerza, después de que el lunes Carmena evitara desautorizar a los que asociaron la muerte de Mbaye a la de Lucrecia Pérez, víctima de un asesinato racista en Madrid en 1992. Ese lunes, por primera vez, la alcaldesa claudicó ante el sector radical. Un hecho relevante en el contexto ya preelectoral que vive la coalición, con la lista electoral por cerrar.

En 2015, Ahora Madrid arrasó con el 49% de los votos en Centro, al que pertenece Lavapiés. Esta zona impulsó el movimiento Podemos, que nació en las redes antes que en las plazas. Las mismas que en la noche del 15 de marzo propagaron una versión inexacta de la muerte de Mbaye, apuntando a un operativo contra el top manta. Algunos de Podemos, como Juan Carlos Monedero o Ramón Espinar, lamentaron la muerte del hombre y la falta de respeto de derechos humanos. "Llegaron al barrio muchos antisistemas", relatan los vecinos de Lavapiés.

El 16 de marzo, las calles de Lavapiés olían a quemado. La Policía Nacional patrullaba y grupos de jóvenes se dirigían hacia la plaza Nelson Mandela, corazón negro del barrio. Había llegado el cónsul de Senegal, pero su visita resultó ser un bumerán: tuvo que cerrarse en un bar para evitar el linchamiento. Unos ancianos acusaron a los africanos de estar rompiendo la paz. "Hemos hecho miles de kilómetros para vuestro futuro. África son muchos países, pero aquí estoy con mis hermanos", contestaba uno.

Jurados vecinales

No es la primera vez que Lavapiés está en el centro de la polémica. Tras llegar a la alcaldía, Carmena propuso crear jurados vecinales que recibieron críticas de las fuerzas de seguridad. La labor de los agentes es central en un barrio donde los vecinos creen que "no existen problemas de convivencias, pero sí de criminalidad". Los problemas de venta de drogas y okupas no descienden, relatan los residentes.

El edil de Seguridad está ahora en el foco de las críticas. Javier Barbero fue uno de los inspiradores de la candidatura de Carmena en 2015. Pero ahora se enfrenta a la petición de cese de los sindicatos policiales, que le acusan de haber silenciado su Twitter en la noche de los altercados y de alentar las dudas sobre el cuerpo. Barbero volvió el jueves a asociar la muerte del mantero a un operativo policial. Pero el gobierno sigue sin explicar en base a qué prueba fundamenta la nueva teoría de que Mbaye se hallaba en la Puerta del Sol "con su manta" minutos antes de morir.

Los retrasos en reaccionar, las piedras contra los agentes, tildados de "asesinos", y una orden de no patrullar Lavapiés son la muestra de que algo no ha funcionado en la sala de máquinas del gobierno de Carmena. Todos los partidos piden el cese de Barbero: los más duros, PP y Ciudadanos, pero también el PSOE, socio de investidura de Carmena y único apoyo del ejecutivo en todas sus crisis.

Aun así, nadie del ejecutivo ha asumido errores. La crisis fue el resultado, aseguran, de un "cruce de factores", que tiene en la Ley de Extranjería ("racista, xenófoba y sexista") el origen del problema. La semana trágica de Lavapiés concluyó con la reprobación en el pleno municipal de Barbero. Y con duras críticas contra la alcaldesa por parte de la oposición, que ya ve en su actuación una sustancial pérdida de liderazgo.

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