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Carmena no tiene previsto visitar Lavapiés tras la muerte de Mbaye para “mantener la calma”

Todos los partidos de la oposición se muestran "decepcionados" por la negativa de la regidora a visitar el barrio

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el Ayuntamiento.
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en el Ayuntamiento. Efe

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no tiene previsto visitar el barrio de Lavapiés después de que la muerte de un mantero desatase una oleada de protestas callejeras. La portavoz municipal, Rita Maestre, afirmó este viernes que la regidora tiene programadas visitas mensuales en los distritos, pero que "no hay una prevista" específicamente en Lavapiés tras los hechos de la semana pasada. El gobierno cree que así "mantiene la calma" en la zona.

"No hay una visita prevista, entre otras cosas, porque la responsabilidad del gobierno es mantener la calma", mantuvo Maestre tras la junta de gobierno. La portavoz añadió que Carmena "tiene por costumbre visitar a pie todos los distritos" y que "es muy probable que acuda al de Centro en los próximos meses y vaya al barrio de Lavapiés". Pero dejó claro que esta visita no será en los próximos días y no estará relacionada con los altercados de la semana pasada.

El jueves, el portavoz municipal del PP, José Luis Martínez-Almeida, reprochó esa ausencia. Purificación Causapié, portavoz del PSOE, socia de investidura de Carmena, dijo estar "decepcionada" por la gestión del Consistorio. Y Begoña Villacís, de Ciudadanos, lamentó la "falta de autocrítica" de la coalición liderada por Podemos.

La situación está cada vez más tensa. Los sindicatos policiales y todos los partidos de la oposición (PP, PSOE y Ciudadanos) piden a la alcaldesa "responsabilidades políticas". Creen que el gobierno tardó demasiado en desmentir los rumores que vinculaban la muerte de Mbaye con una persecución policial: la chispa que encendió los disturbios. Hubo tuits de concejales del gobierno y dirigentes de Podemos que alimentaron esta tesis y que el Consistorio tardó 20 horas en desmentir. Pero en la sesión plenaria del jueves, Javier Barbero, delegado de Seguridad, no admitió errores.

Barbero sorprendió, incluso, cuando resumió el relato de la muerte de Mbaye, que cuestionó otra vez la versión oficial. Sostuvo que el senegalés se encontraba en la Puerta del Sol "con su manta" minutos antes de fallecer. "Venía huyendo" de un control, repitió.

El responsable de las fuerzas de seguridad arremetió incluso contra un supuesto sector de la Policía Municipal que, dijo, cree "que hay que incrustar puntas en el cráneo de los inmigrantes a martillazos". "Son muy pocos, pero sobran", afirmó, y habló de "racismo institucional" en la Ley de Extranjería.

Los periodistas pidieron este viernes a Maestre que detallara los elementos con los que el Ayuntamiento sostiene que Mbaye se encontraba en Sol vendiendo productos falsificados antes de morir. Pero la dirigente sorteó las preguntas: desde el área de Seguridad se trabaja con "diversa información" que no siempre se hace pública, zanjó.

Los sindicatos policiales han denunciado ya a una concejal por injurias y piden la destitución de Barbero. La alcaldesa, sin embargo, le defiende. Evita, además, desautorizar a los que exigen que paren las "persecuciones" contra los manteros y que se despenalice el top manta, en línea con la posición de Podemos en el Congreso.

En estos tres años, Carmena ha corregido a menudo a sus ediles. En algunos casos les ha cesado. Pero esta vez algo ha cambiado. A un año de las elecciones, y con las listas electorales por cerrar, el equipo local y la propia regidora intentan hacer oídos sordos a las críticas. Aunque esta vez provengan de los encargados de mantener la seguridad en las calles de Madrid.

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