Los pensionistas pierden un 56% más de poder adquisitivo en Cataluña
Según un estudio de UGT, las pensiones deberían haber crecido 432 euros anuales si se hubiera seguido el ritmo del IPC nacional, 674 euros más según el catalán
Después de trabajar 35 años —muchos de ellos como autónoma, y dedicarse una década exclusivamente a cuidar de sus hijos—, María García, de 68 años, decidió jubilarse hace un lustro tras un tiempo buscando, sin éxito, un trabajo. Con la pensión de 630 euros que cobra, sumada a la de 700 de su marido, debe hacer equilibrios para llegar a fin de mes pagando la hipoteca y los recibos. “Compramos lo justo y lo más barato. En invierno nos tapamos con una manta y solo encendemos la calefacción si vienen las nietas porque ellas no lo entenderían”, explica María, que admite que algunos meses debe pedir ayuda a sus hijos. Una situación, que después de toda una vida trabajando, la indigna. “Es un descalabro muy fuerte y humillante tener que vivir así”.
En Cataluña hay 1,5 millones de pensionistas que cobran de media unos 955,32 euros, según un estudio de UGT sobre la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas desde 2010. El 47% de las pensiones están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (708 euros en 2017), de las cuales el 75% corresponden a mujeres como María.
La raíz del problema, apuntan sindicatos y organizaciones, radica en las reformas de la pensiones llevadas a cabo por los Gobierno del PSOE en 2011 y el PP en 2013. Esta última ha comportado que la subida anual ya no dependa directamente del IPC, sino que se aplica el llamado Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP), que viene a ser una horquilla de incremento que va del 0,25% a un techo definido por el IPC +0,5%. El Gobierno central decide qué tramo de la horquilla aplica y siempre ha optado por el umbral más bajo: el 0,25% de subida anual.
2,4 euros mensuales más
El problema es que los precios han ido al alza en los últimos años, lo que se ha traducido en una pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas. Este año las pensiones aumentarán de media 2,4 al mes, pero según el estudio de UGT, la subida debería ser de 12 euros mensuales —167 euros anuales— para no perder poder adquisitivo.
En el caso de Cataluña este desfase es mayor. “En Cataluña el IPC ha subido más, lo que se traduce en que los pensionistas catalanes han perdido más poder adquisitivo”, defiende Ricard Bellera, secretario de Trabajo y Economía de CCOO. Desde 2010 los precios en Cataluña han subido un 9,7%, cuando la media estatal ha sido del 7,7%, según datos recogidos por UGT. De esta forma, del estudio se desprende que los pensionistas catalanes han perdido un 56% más de poder adquisitivo que los del resto de España. Y es que tomando como referencia el IPC nacional, las pensiones deberían haber aumentado 432 euros anuales en los últimos siete años, según cálculos del sindicato. Pero si se aplicara una subida teniendo en cuenta el IPC catalán, las nóminas serían actualmente 674 euros más elevadas al año.
La Marea pensionista, organizadora de las protestas de las últimas semanas, y de la de hoy, reclama un “profundo análisis social” y una reforma del sistema de pensiones. “El sistema es viable, mejorable, pero viable. Pero no queremos una chapuza por reforma, queremos tuberías nuevas”, reivindica Prudenci Vidal, miembro de este movimiento surgido de las asociaciones de vecinos. “Estamos ante la tormenta perfecta: ocupación de baja calidad, entra poco dinero en la caja de las pensiones y de ella pagamos cosas que no son pensiones, como las bonificaciones a empresas para hacer políticas activas de ocupación”, critica Laura Pelay, vicesecretaria general del Área Externa de UGT.
“Cuando uno proyecta hacia el futuro lo que ve es un desastre social”, se queja Carlos Penella, de 66 años y jubilado desde hace seis por motivos de salud. Este ingeniero, con una pensión de 2.500 euros, se sumó a la Marea pensionista para reivindicar unas jubilaciones dignas para su generación y las siguientes. “Hoy cobro una pensión, pero a lo mejor mañana no; todo depende de lo que decida el político de turno”, lamenta. “La pensión no es un privilegio, es un derecho. Los jóvenes tienen muy asumido que no cobrarán la pensión, y esto no puede ser”, añade Ricard Bellera.
María García, miembro de la Marea pensionista de Gavà, ya tiene lista la pancarta y las camisetas para acudir a la manifestación con toda la familia. “Que no nos digan que no hay dinero para pensiones. Curiosamente para rescatar bancos o el Castor sí lo hay. Somos mayores, pero no tontos”, zanja la mujer.
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