El halcón de cetrería okupa
Capturan a la rapaz que echó de su caja nido a otros ejemplares que viven en el Gómez Ulla, impidiéndoles criar
La asociación ecologista SEO/BirdLife consiguió capturar ayer a un halcón de cetrería que había echado de su caja nido hace casi un año a una pareja de halcones peregrinos (especie protegida) que vive en la azotea del hospital Gómez Ulla. Es una de las 13 parejas de este tipo de rapaz que se han convertido en unos vecinos más de la ciudad. Esta ocupación impidió a los peregrinos criar el año pasado.
En la capital anidan ocho parejas de la especie en edificios de la zona del Bernabéu, de La Vaguada, de Méndez Álvaro y de Arturo Soria, además de en el Pirulí, el Museo de América y el hospital Gómez Ulla. En el resto de la región, SEO/BirdLife tiene controladas otras cinco parejas en edificios de Leganés, de Fuenlabrada, de Alcalá de Henares, de Alcobendas y de Parla. De todas ellas criaron cinco, que sacaron adelante 14 pollos.
Arantza Leal, bióloga de SEO/BirdLife, detectó la presencia de la rapaz okupa a finales de febrero del año pasado cuando colocó una cámara de fototrampeo para observar cómo iba la pareja, porque la hembra era nueva. La anterior murió por una enfermedad transmitida por las palomas. Pero, en vez de los inquilinos habituales, se topó con el halcón de cetrería posado fuera de la caja nido. “Todavía se veía a alguno de los miembros de la pareja a la que había desalojado dando vueltas por la zona”, comenta. Ahora esperan que regresen al nido, “aunque han desaparecido y no sabemos dónde están”, aclara Leal.
Intentaron capturar al intruso, pero no lo lograron. “Técnicos de la Comunidad de Madrid también probaron, pero tampoco lo consiguieron”, explica Leal. Así pasaron los meses, hasta que ayer el halcón cayó finalmente en la trampa que le habían preparado con una paloma “que habíamos encontrado muerta”. La captura corrió a cargo del grupo de ornitólogos de Alcalá de Henares de la organización ornitológica.
SEO/BirdLife trasladó el ejemplar al Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) de la Comunidad de Madrid, donde ha quedado en cuarentena. Desde allí están intentando localizar al dueño. El ejemplar es un híbrido que se obtiene mezclando especies. De esta forma, “se consiguen animales de mayor envergadura que pueden cazar presas más grandes”, comenta Leal.
La evolución de los halcones peregrinos asentados en edificios de los núcleos urbanos, siempre en zonas altas, es positiva, sostienen desde la ONG. “La ciudad se está convirtiendo en su refugio, porque carecen de depredadores naturales, encuentran comida en abundancia y pueden criar”, añade la bióloga. Además, los ejemplares que reemplazan a los que mueren “suelen ser ya de ciudad”. Su dieta se basa sobre todo en palomas o cotorras y otros pájaros que llegan en verano, como los estorninos y los vencejos.
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