Llum BCN crece y se muda a Poblenou

Las murallas protegieron Barcelona hasta que el crecimiento de la ciudad acabó convirtiéndolas en un elemento negativo, impidiendo su desarrollo y que se adoptaran medidas de higiene y urbanismo necesarias para la vida. En 1854 Barcelona acabó derribando las murallas que la encorsetaban y empezó a conquistar el territorio más allá de la primera fundación de la ciudad en el siglo I de nuestra era. Ahora, salvando las distancias históricas, ha vuelto a ocurrir lo mismo con el festival Llum BCN, que desde hace seis años iluminaba lo bueno y mejor de Ciutat Vella coincidiendo con la festividad de Santa Eulàlia, copatrona de la ciudad. En la séptima edición, que tendrá lugar los próximos 16, 17 y 18 de febrero el festival se traslada fuera murallas hasta Poblenou, en el distrito de Sant Martí, el barrio con pasado más industrial de la ciudad convertido ahora en el más tecnológico (22%) de Barcelona. El festival, después de crecer en número de propuestas y presupuesto, tras superar el millón de euros (40% del Institut de Cultura de Barcelona, 40% de la tasa turística y 20% patrocinadores), 2,5 veces más que en la pasada edición.

Nacido hace siete años, cuando se pusieron de moda las proyecciones y los mappings sobre fachadas, el festival Llum BCN ha dado ahora un salto en su edición más ambiciosa en la que se extenderá por gran parte del barrio (desde la Torre Glòries y el Museo del Diseño hacia el mar) con 47 montajes: 26 instalaciones y espectáculos, 14 espacios transformados y siete medianeras iluminadas, que consiguen, según Valentí Oviedo, gerente del Icub, dar una nueva dimensión a esta zona de la ciudad, una labor que llevarán a cabo los artistas profesionales que participarán y, sobre todo, los 150 alumnos de las 12 escuelas de arte, diseño, iluminación y arquitectura de la ciudad que transformarán con el poder de la luz a lo largo de todo ese fin de semana.

El Museo del Diseño, en el que podrán verse hasta cuatro intervenciones, servirá de punto de partida de un recorrido (de unos cuatro kilómetros) que seguirá por las calles Bolívia, Roc Boronat, Sancho de Ávila, Pere IV, y Pujades en los que el visitante descubrirá cada uno de los trabajos. “De todas formas, el recorrido es abierto y libre”, explican las comisarias Maria Güell y Marta Almirall que han colaborado con la entidad Poblenou Urban District para seleccionar los puntos y edificios a intervenir, como las siete medianeras que intervendrán Antoni Arola y su estudio, como si estuvieran iluminadas por un atardecer. Con el traslado se asegura que se impedirán las incómodas colas que se han vivido años antes e incluso que llevó a tener que cerrar cada uno de los centros por haber superado el aforo.

El festival cuenta con una artista invitada, la creadora Monique Savoie, fundadora de la Société des Arts Technologiques (SAT) de Montreal, una fundación líder en nuevas tecnologías y arte que participará en el festival tras viajar a la ciudad.

Durante la presentación, la directora general del Área de Diseño del Istituto Europeo di Design (IED), Raffaella Perrone, ha explicado que la luz, la arquitectura y el diseño serán los tres elementos base de la edición, "que busca la relación entre ciudad y escenario". El festival "es una oportunidad para los estudiantes que también participan de aplicar lo que llevan años trabajando”, remacha. La organización ha introducido en esta edición la entrega del premio a la mejor colaboración de estudiantes, que decidirá un jurado formado por una serie de artistas nacionales e internacionales.