_
_
_
_

Los gestores de ‘la casa de Ciudadano Kane’ en Madrid tienen permisos para funcionar

El edificio histórico acoge eventos privados organizados por Teatro El Principito en el número 7 de la calle de Cedaceros

Miguel Ángel Medina
Edificio situado en el número 7 de la calle de Cedaceros.
Edificio situado en el número 7 de la calle de Cedaceros. KIKE PARA

Los gestores actuales del edificio histórico situado en el número 7 de la calle de Cedaceros, conocido como ‘la casa de Ciudadano Kane’ en Madrid, tienen varios permisos para celebrar actividades en el interior. Carlos Bautista Parejo, administrador y representante de Gruculpri, explica que la empresa dispone de un contrato para que Teatro El Principito utilice el espacio del inmueble, así como permisos para funcionar como sala de fiestas con un aforo de 696 personas, y que cumple con los requisitos para ello.

En este sentido, el representante de la compañía muestra un plan de autoprotección visado por el Ayuntamiento de Madrid y presentado en marzo de 2017 que incluye medidas de seguridad para el inmueble y permite realizar actividades en la planta baja y las dos plantas superiores. Bautista muestra también la póliza de seguros contratada para el edificio y avanza que están haciendo las reformas pertinentes —ya autorizadas— para conseguir más permisos.

Según el administrador, la situación actual es independiente de las denuncias cruzadas que la empresa mantiene con STU, empresa de Pedro Gómez Blázquez, por lo que, en su opinión, su situación es completamente legal. En este sentido, señala que cuando el Consistorio se dirige a los propietarios lo hace a través de Gruculpri, como demuestra una multa por ruido que el Ayuntamiento les envió hace poco por un problema de insonorización que, aseguran, ya se ha solventado.

La sala principal de El Principito ha acogido rodajes de videoclips de artistas como Marta Sánchez y Rosario Flores, así como eventos privados de empresas como Halcón Viajes, Mediaset, Cosmopolitan, Armani, Bankinter y ¡Hola! Además, Bautista explica que en muchas ocasiones ceden el espacio a fundaciones para que celebren todo tipo de galas. El edificio, de 1907, se reformó en 1920 para convertirlo en el teatro Rey Alfonso y, años más tarde, en los Cines Bogart, que terminaron cerrando.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miguel Ángel Medina
Escribe sobre medio ambiente, movilidad —es un apasionado de la bicicleta—, consumo y urbanismo, entre otros temas. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense, ha publicado el libro ‘Madrid, preguntas y respuestas. 75 historias para descubrir la capital’. 

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_