El Gobierno defiende su gestión en Cataluña tras 100 días de intervención

El Gobierno de Mariano Rajoy alardea de su gestión en Cataluña cuando se cumplen los 100 primeros días de la aplicación del artículo 155 de la Constitución que supuso la intervención de la Generalitat. Enric Millo, delegado del Gobierno en Cataluña, ha asegurado en diversos discursos que en estos tres meses han tomado un centenar de medidas que, a su juicio, han “normalizado” la gestión de la institución que, en su opinión, estaba “absolutamente” parada por el proceso soberanista y la construcción de las estructuras de Estado y no por las “estructuras sociales y de la economía productiva”.

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Millo ha querido dar una pátina de normalidad a la gestión de la institución que le niegan los independentistas y Catalunya en Comú tras la destitución de más de 200 cargos. De hecho, varios ministros de Rajoy han empezado a realizar actos en Cataluña.

El delegado pone el énfasis en que el Gobierno ha pagado puntualmente los 1.100 millones que la Generalitat adeudaba a los municipios, poniendo así fin a un “histórico retraso”, o el pago de 1.500 millones en facturas a pymes y proveedores. Desde el 28 de octubre, el mismo día en que el Parlament proclamó la independencia y entró en vigor el 155, el Gobierno ha aprobado la convocatoria de 2.000 plazas para maestros. Esta convocatoria fue aprobada por el Gobierno de Puigdemont para potenciar las políticas sociales por primera vez desde la crisis. El balance de Millo incluye también la nueva convocatoria de 455 nuevas plazas de Mossos o las subvenciones a las entidades del Tercer Sector que criticaron que el 155 había demorado sus 10 millones en ayudas. Finalmente, las percibieron la última semana de diciembre. Sin ser estrictamente de aplicación del 155, Millo apunta el reinició de las obras de la estación de La Sagrera o que se han dado pasos en reivindicaciones históricas en el ámbito ferroviario en Montcada i Reixac o Sant Feliu de Llobregat. O un plan de 10 millones para mejorar la seguridad ferroviaria.

El balance incluye los 3,8 millones que el Gobierno destinará en Cultura para restaurar diversos monumentos aunque omite el apartado en este ámbito de mayor impacto: la devolución de las obras de las obras de Sijena que estaban en el Museo de Lleida a Huesca.