El retorno a plazos del lobo
15 ejemplares solitarios han sido vistos en Cataluña desde 2000, aunque la Generalitat descarta que la especie se haya asentado de manera definitiva
Es muy esquivo, se deja a ver a cuentagotas y en Europa ha sido perseguido durante décadas por sus ataques a la ganadería. Al lobo se le dio por desaparecido en Cataluña a principios del siglo XX, pero su voluntad exploradora le ha hecho cruzar durante 20 años las fronteras de Italia y Francia para volver a los Pirineos. Desde el 2000, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad ha detectado a 15 ejemplares (14 machos y una hembra) de lobo canis lupus italicus (la subespecie italiana) en las comarcas de la Cerdanya, Alt Urgell, Berguedà, Solsonès, Ripollès y Moianès.
El último ejemplar identificado, un macho, fue captado por una trampa fotográfica el pasado verano en Port del Comte, entre las comarcas del Solsonès y l’Alt Urgell. Otros indicios de su presencia son dos rastros encontrados en la nieve y excrementos. “No tenemos constancia de que se haya formado ninguna pareja ni que hayan criado en Cataluña. No sabemos cuándo puede ocurrir, pero puede ser en cualquier momento”, explica Ricard Casanovas, director del Servicio de Fauna y Flora de la Generalitat.
El lobo lleva mucho tiempo en expansión en España, principalmente en el noroeste. “Nuestro territorio es muy montañoso y forestal, por lo tanto también es muy propenso a su reintroducción. Si no está asentado aquí es porque en su día lo exterminaron”, explica Jaume Grau, biólogo de Ecologistas en Acción. Casanovas cree, sin embargo, que hay más posibilidades de que si algunos de los ejemplares identificados llegan a criar, lo hagan antes en los Pirineos franceses que en los catalanes.
Aparte del lobo detectado en Port del Comte, actualmente la Generalitat tiene identificados en los Pirineos Orientales a dos lobos más, ambos machos y de origen francoitaliano. “Uno se mueve por la zona del Alt Ripollès y es el que más detectamos. El otro se mueve por la zona de la Cerdanya y cruza habitualmente a Francia, por lo que lo vemos menos”, explica Casanovas. Durante el último año, los trabajos de seguimiento del lobo en Cataluña han incluido la realización de 39 itinerarios sobre nieve en los Pirineos Orientales. En 2017 se captaron imágenes en cinco ocasiones con 14 fotografías diferentes. “Colaboramos con las autoridades francesas para controlar a todos los ejemplares”, añade Casanovas.
"La Generalitat y los ecologistas chocan por la reintroducción de la especie"
La presencia del animal despierta pasiones y temores casi a partes iguales. Mientras que los ecologistas batallan para que el lobo pueda reinstalarse de manera definitiva en Cataluña, los daños que causa el animal a la ganadería ponen palos en las ruedas a la implantación de un programa de reintroducción del animal, hoy inexistente. “Tenemos que tener en cuenta al sector ganadero. Si la especie se asienta, tendrá que ser por su propio pie”, dice Casanovas, quien descarta que en el futuro la Generalitat apueste activamente por la reintroducción de la especie. La Generalitat prevé ayudas y compensaciones a los ganaderos afectados así como el refuerzo de las vallas de protección para el ganado, entre otras medidas. En 2017, se contabilizaron siete ataques de lobo a la ganadería en la zona del Port del Comte, según datos del Departamento de Territorio y Sostenibilidad.
Se han detectado 14 machos y una hembra, pero no se ha formado ninguna pareja
La polémica persistente que envuelve al animal hace crecer las suspicacias entre los grupos en defensa de los lobos. Ignasi Castellví, presidente de la asociación Signatus, se muestra muy escéptico con la actuación de la Generalitat en esta materia. “Hay que ir con mucho cuidado con las informaciones difundidas, las cantidades detectadas son muy pequeñas. Y eso no quiere decir que haya más ejemplares. Ya sea porque no se han detectado o porque se oculta información para no crear alarma”. En Castellterçol (Barcelona) se hizo pública en 2011 la presencia del ejemplar que hasta ahora ha merodeado más cerca de Barcelona, a solo 40 kilómetros. En aquella ocasión, algunos vecinos ya habían detectado posibles ataques desde hacía ocho años, pero lo mantuvieron casi en secreto para no crear alarma en el pueblo.
Políticas de recuperación
Según los expertos, el retorno del lobo a Cataluña se debe, precisamente, a las políticas de recuperación que se impulsaron en Italia en los 90. “Eso permitió que las generaciones siguientes pudieran llegar hasta los Pirineos con el paso de los años”, explica Castellví. Precisamente son estas políticas las que los ecologistas echan en falta en Cataluña. “Hay que traer ejemplares de otros lugares y marcarlos con localizadores para seguirles el rastro”, dice Grau, quien afirma que el lobo es un elemento clave para mantener el equilibrio del ecosistema. “Constantemente se habla de que existe un problema de sobrepoblación del jabalí, esta podría ser una solución”, apunta el ecologista. Casanovas, sin embargo, insiste en que una “cosa es la teoría y otra la práctica”.
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