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La Grossa levanta el vuelo en pleno ‘procés’

La distribución de boletos sube un 23% frente a al bajada del Gordo de Navidad

LL. P.
Venta de números de la Grossa en el quiosco Bambú de Creu Coberta, en Barcelona.
Venta de números de la Grossa en el quiosco Bambú de Creu Coberta, en Barcelona.ALBERT GARCIA (EL PAÍS)

Tras el varapalo que recibió en su estreno al quedar desierto el primer premio, La Grossa de Fin de Año por fin logra remontar este año. El Departamento de Economía informó ayer que de momento ha distribuido billetes por valor de 31 millones de euros, lo cual supone un 23% que el año pasado. Las ventas por Internet, además, se han triplicado. El auge se produce en un año de tormenta política en el que han caído las ventas del Gordo de Navidad en Cataluña.

Las ventas de La Grossa de Fin de Año parece que por fin remontarán tras varios años de estancamiento. El Departamento de Economía y Hacienda aún no tiene datos cerrados por dos motivos: primero, los puntos de ventas van desde supermercados hasta estancos que pueden devolver lo que no hayan colocado y, segundo, pueden despachar números hasta una hora antes del sorteo, que tendrá lugar el próximo domingo. Aun así, pinta que este puede ser un buen año para la lotería catalana, puesto que se han distribuido 31 millones de euros en boletos, lo cual suele corresponder con las peticiones de los puntos de venta. Ese monto supone un incremento del 23% respecto a 2016.

Ese auge de la lotería navideña coincide con los momentos de máxima tensión que se han vivido en Cataluña por el procés tras el referéndum independentista del 1 de octubre, la declaración del Parlament, la aplicación del artículo 155 de la Constitución y las elecciones del 21 de diciembre.

Ese aumento, además, coincide una reducción de las ventas de boletos del Gordo en toda Cataluña, lo que sugiere que muchos ciudadanos podría haber cambiado la Lotería de Navidad del Estado por La Grossa. Los catalanes han destinado este año un 7,4% menos al Gordo de Navidad. El descenso se ha producido en las cuatro provincias catalanas, las únicas en las que ha habido una caída en las ventas, y va desde el 5,98% de Barcelona —donde se facturaron, eso sí, 259 millones de euros— hasta el 13,48% de Lleida. En el conjunto de España, el aumento fue del 3,26%.

Ese fenómeno se produjo en el primer año del sorteo, cuando La Grossa —que nació de la mano de la actual diputada electa de Junts per Catalunya Elsa Artadi— recaudó alrededor de 26 millones de euros tras haber robado ventas a la Lotería Nacional. Sin embargo, ese año el primer premio quedó desierto, lo cual fue un duro golpe para el sorteo, que nunca volvió a igualar esa cifra a pesar de su machacona publicidad.

Desde el Departamento de Economía se evita hacer ninguna lectura del auge de La Grossa este año, aunque ese despegue se produce en un año políticamente convulso. Prueba de que los motivos de ese despegue pueden estar ahí es que asociaciones de administradores de Lotería Nacional, además, denunciaron un boicot al Gordo de Navidad por parte de consumidores catalanes.

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Sobre la firma

LL. P.
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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