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Los colegios borran huellas y lazos amarillos

El Ayuntamiento lleva días retirando pintadas políticas de accesos y paredes

Pilar Álvarez
Un operarios borra pintadas en el colegio Ramon Llull, en Barcelona.
Un operarios borra pintadas en el colegio Ramon Llull, en Barcelona. Samuel Sanchez (EL PAÍS)
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Dentro del colegio todo está en orden y preparado. La escuela Ramon Llull, en el barrio de la Sagrada Familia de Barcelona, ha reservado el comedor en la planta baja para las 10 mesas y 10 urnas en las que deben votar los vecinos este 21-D. Es colegio electoral y lo fue también durante el referéndum ilegal del 1 de octubre. Aquel día, antidisturbios de la Policía Nacional acudieron a este y a otros centros a requisar las urnas y hubo cargas policiales. Cuando se estaban retirando de esta escuela dispararon pelotas de goma para dispersar a los concentrados. Y una impactó en la cara de Roger Español, que ha perdido un ojo.

Alguien ha vuelto a pintar esta madrugada decenas de huellas amarillas que recuerdan lo que pasó ese día y algunos de los episodios posteriores. Pisadas de pintura y un lazo del mismo color, el símbolo de los independentistas para criticar la presencia de cuatro de sus dirigentes en la cárcel: el exvicepresident Oriol Junqueras y el exconseller de Interior, Joaquim Forn, así como los y los líderes de la ANC y a Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, a los que consideran “presos políticos”.

Junto al patio en el que corretean algunos niños con las actividades extraescolares, la conserje del colegio, Teresa Juan explica que las pintadas, dentro y fuera del centro, comenzaron a aparecer tras el 1 de octubre. Ha habido antes pisadas amarillas para reivindican a los Jordis pero también otras metiéndose con los profesores “que adoctrinan”, añade Juan. Algunos medios recogieron también la aparición de otras pintadas con eslóganes como “esto es España”, “Viva la Guardia Civil” o “Cataluña es igual que España”, además de símbolos como la cruz celta. A la conserje le preocupan los alumnos: “Todo esto es una pena, los niños preguntan”. El centro ha denunciado todos los casos.

264 puntos de votación en la capital

En Barcelona capital se han habilitado 264 puntos de votación —la mayoría colegios— de los 2.680 locales electorales y 8.247 mesas distribuidas por los 947 municipios de Cataluña: abrirán a las 9.00. Las mesas se distribuyen de la siguiente manera: 5.885 en Barcelona, 825 en Girona, 534 en Lleida y 1.003 en Tarragona, según los datos facilitados por el delegado del Gobierno, Enric Millo.

A las 17.20, dos operarias del servicio de limpieza del Ayuntamiento acordonan la zona de las huellas amarillas y empiezan a limpiarlas. “No, no salen con facilidad”, se resigna una con dos botes de disolvente en las manos. “Ya hemos limpiado muchas”. El Ayuntamiento de Barcelona lleva días haciendo batidas por los centros de votación para retirarlas. Una portavoz municipal explica que, desde la Junta Electoral Central prohibió que adornaran con color amarillo las fuentes municipales y que interventores y apoderados lucieran los lazos de apoyo a los encarcelados, han recorrido los centros para retirar símbolos o escritos en la vía pública como las pisadas y lazos de la escuela Ramon Llull. Temen que la presencia de pintadas políticas “de uno y otro lado” puedan provocar que un centro entero sea impugnado por una denuncia, informa Clara Blanchar. Retiran “decenas” de muestras cada día.

La escena se repite apenas una hora después en el instituto Jaume Balmes, situado en el barrio del Eixample Dreta. Es otro de los centros donde hubo cargas policiales el 1—O. Dos nuevos operarios retiran decenas de huellas en el suelo. También han aparecido por la mañana. El centro recibió dos requerimientos de la Junta Electoral Central por denuncias de pintadas previas hace una semana. Las retiraron y han vuelto a aparecer. El departamento de Ensenyament de la Generalitat mandó una carta al centro recordando que “no puede haber símbolos partidistas” el día de la votación, según explica el coordinador pedagógico del instituto, Albert Daví. “Les respondimos que habían aparecido estas pintadas pero también otras con banderas españolas que la Junta no va a retirar porque no hay denuncias”, asegura el coordinador. En el despacho situado a su espalda están ya las cajas con las papeletas que se repartirán por las tres mesas de votación a primera hora de la mañana.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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