Nápoles, ciudad estrella de la Mostra del Cinema Italià
Los organizadores dudaron en mantener la sexta edición en Barcelona por la situación política de Cataluña
El día en el que no se pueda hacer reír con cualquier tema en el cine es que estaremos bajo una dictadura. Así de claro se expresaba el director de italiano Marco Manetti, coautor junto con su hermano Antonio, de la película Ammore e Malavita con la que se abrió el viernes la Mostra de Cinema Italià. Una comedia –musical- que parte de una historia de amor para retratar y bromear sobre la camorra y al crimen organizado con Nápoles – y su música- de fondo. Precisamente, los dos temas que se solapan en las 10 películas que se exhibirán en el festival que finalizará el 19, ocho de ellas en la sección oficial que se exhibirán en los cines Verdi. Son sesiones gratuitas con aforo limitado con el atractivo añadido de contar con la presencia de los directores o actores y actrices.
Una Mostra que llega este año a la sexta edición y que estuvo a punto de no celebrarse en Barcelona por la compleja situación política que se ha vivido estos meses. “Nos sentimos cómodos en Barcelona porque forma parte de nuestra cultura y es una de las ciudades que más nos gusta para promocionar la producción italiana pero es cierto que este año nos planteamos si convenía venir o no. Finalmente decidimos que sí, más allá de la coyuntura política porque entendimos que un silencio no hubiera sido razonable y porque el cine, el buen cine, siempre aporta valores inequívocos”, explicaba Carla Cattani, responsable del Istituto Luce Cinecittà. Barcelona es una de las ciudades que se ha convertido en capital de exhibición del nuevo cine italiano, junto con Tóquio, Toronto, Xangai o Londres.
La Mostra incluye títulos que han tenido buena aceptación en festivales internacionales y que parte del neorrealismo italiano con una ciudad especialmente retratada, Nápoles. “No es casualidad, Nápoles es una de las ciudades culturales más potentes de Italia en todos los niveles”, comentaba el director Manetti, cuya película Ammore e malavita, recibirá el premio de honor del Centro di Studi sul Cinema Italiano. Las películas de la sección oficial que se exhibirán en la Mostra son Amori che non sanno stare al mondo, de Francesca Comencini, -una comedia irónica sobre un amor que no sabe encontrarse- Il contagio, de Matteo Botrugno y Daniele Coluccini, - una película que tiene a Roma de encuadre para una historia de criminales, especuladores y constructores sin escrúpulos- Il cratere de Silvia Luzi y Luca Bellino -la historia que tiene a un gitano de feria que va de pueblo en pueblo como un cuento de Disney al revés-, Dove cadono le ombre, de Valentina Pedicini -inspirada en historias reales de internados- , Easy, de Andrea Magnani -sobre un insólito viaje desde Italua a Ucraína para transportar el cadáver de un albañil-, L’equilibrio de Vincenzo Marra -un relato sobre la compleja situación de un sacerdote en una pequeña diócesis de Roma-, Fortunata, de Sergio Castellitto -una peluquera con una vida llena de agobios que persigue montar su propio negocio para ser independiente- y la película de animación Gatta Cenerentola de Alessandro Rak, Ivan Cappiello, Marino Guarineri y Dario Sansone. Además, la mostra estará completada por cortometrajes y la película que la clausurará el martes es Moglie e marito, de Simone Godano.
El cine de autor italiano tiene buena entrada en España y desde hace unos años poco a poco ha conseguido aumentar la cuota de pantalla hasta situarse en un 3%. Por detrás del peso de las producciones inglesas, alemanas y francesas que registran entre un 5% y un 8% de la cuota de pantalla. “No está mal, nos sentimos bastante satisfechos de la evolución teniendo en cuenta lo difícil que es mantenerse e ir creciendo porque en cine son frecuentes los fenómenos puntuales que luego desaparecen”, añadía Cattani.
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