Un hombre muere aplastado por la puerta de una urbanización en Torrelodones
El fallecido, de 50 años, fue encontrado en la entrada del garaje comunitario con la cabeza y un pie aprisionados con la valla
La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las extrañas circunstancias en las que murió en la madrugada de viernes al sábado un vecino de Torrelodones de unos 50 años. El hombre, conocido en la localidad como Albert, fue hallado muerto con la cabeza reventada por la puerta del garaje de una urbanización, según han explicado fuentes del instituto armado a EL PAÍS. Además, tanto la cabeza como un pie estaban aprisionados al otro lado de la valla automática que da acceso al aparcamiento.
La llamada de aviso la recibía el teléfono de emergencias 112 a las 00.07 del sábado. Una UVI móvil del Servicio de Emergencias Médicas de la Comunidad de Madrid (Summa) se desplazó a la calle de José Sánchez Rubio número 1, a la entrada del garaje de la urbanización Prado de los Álamos. en Torrelodones (23.123 habitantes).
Según fuentes de la Guardia Civil, la cabeza y un pie estaban aprisionados por la puerta corredera, lo que le pudo causar la muerte en el acto. El juez de guardia ordenó el traslado del cadáver al tanatorio de Collado Villalba, donde está a la espera de que se le practique la autopsia y se determinen las causas exactas del fallecimiento.
Agentes de la Unidad de Policía Judicial de Villalba de la Guardia Civil se han hecho cargo de las investigaciones. Están tratando de buscar testigos, pero hasta el momento no han localizado a nadie que viera cómo se produjo la muerte. Los guardias mantienen abiertas todas las hipótesis hasta conocer el resultado de la necropsia.
“Amable y respetuoso”
El fallecido es Alberto M. J., conocido como Albert o Doctor en el municipio, según la información de Torrelodones.info. Este medio lo describe como “simpático y conversador, congeniaba muy bien con los más jóvenes; y era amable y respetuoso con los más mayores”. “Era un personaje de Torrelodones al que todos tenían cariño”, añade.
El fallecido, residente en el municipio desde que era pequeño, hace un tiempo que había perdido su vivienda y residía en la calle, según fuentes de la investigación. Tenía antecedentes policiales por diversos delitos. La familia mantiene que el fallecido había entrado en la urbanización para visitar a un amigo y niega que durmiera en la calle.
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