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BP Castellón: la base que alimenta de crudo a Comunidad Valenciana y Baleares

La refinería, la única del grupo en España, quiere seguir creciendo en el polígono de El Serrallo

El Rey, este verano, a su llegada a la refinería que BP tiene en Castellón.
El Rey, este verano, a su llegada a la refinería que BP tiene en Castellón.Ángel Sánchez

Casi 500 empleados en plantilla, más de 660 contratistas y 2.000 puestos de trabajo indirectos; sumados a una media de facturación anual de 2.000 millones de euros y a los cerca de cuatro millones al año en impuestos municipales, resumen el impacto económico de la refinería de British Petroleum (BP) en Castellón, la única del grupo en España. En la planta del polígono de El Serrallo se asienta desde 1967 –trece años después de la implantación nacional de la compañía- y desde estas instalaciones de 200 hectáreas suministra el 85% de la demanda de combustibles de la Comunidad Valenciana –donde dispone de 100 estaciones de servicio- y Baleares. Son su principal área de influencia, junto a una parte de Guadalajara, Teruel y Cuenca.

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Tras medio siglo de trayectoria, la intención de la multinacional en seguir su proceso de expansión en la base castellonense, según ha ratificado el director de la refinería de BP en Castellón, José Luis García: “Tenemos bastante apoyo financiero para seguir creciendo aquí. En los últimos doce años hemos recibido 1.000 millones de euros de inversión acumulada”.

BP ocupa el tercer puesto en el mercado petrolífero español, cuenta con 650 estaciones en todo el territorio y es líder en el suministro de combustibles de aviación, con presencia en toda la red aeroportuaria nacional, recuerdan desde el grupo. La de Castellón es la única refinería de BP en España “y por tanto es un puntal para la compañía y uno de sus principales activos”, indican desde la firma, que incide: “La refinería de El Serrallo destaca por su fiabilidad y excelencia operativa, que se traduce en una disponibilidad de la planta superior al 98%, una elevada eficiencia energética y unos costes operativos muy competitivos”. BP emplea en España a 900 personas -500 en la plantilla castellonense-; genera alrededor de 4.000 puestos de trabajo indirectos –el 50% de ellos ligados a la planta de El Serrallo- y el importe neto de la cifra de negocio de la compañía en 2016 asciende a 4.370 millones de euros. La refinería de Castellón arroja una facturación media anual de 2.000 millones, según sus responsables.

Entre los proyectos más inmediatos con los que la refinería quiere seguir echando raíces está la nueva torre de vacío, anunciada en 2016 y que afianzará la sostenibilidad a largo plazo de la planta en un mercado internacional de refino cada vez más competitivo. Con una inversión total cercana a los 100 millones de euros, permitirá maximizar la recuperación de destilados (diésel y gasoil de vacío) e incrementará la utilización en las unidades de Vacío y Coker. La torre, que llegó a la dársena sur del puerto de Castellón en julio, procedente de China, mide 63 metros y pesa 693 toneladas. Su puesta en marcha se espera para el segundo trimestre de 2018. También prevé invertir el próximo año 18 millones de euros en un proyecto ambiental para reducir partículas.

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La construcción de la planta en Castellón comenzó en 1965 y se puso en marcha dos años más tarde, con una capacidad de tratamiento de tres millones de toneladas al año. Este volumen se duplicó gracias a sendas ampliaciones en 1972 y 1980, lo que permitió alcanzar la actual cifra de procesamiento de seis millones de toneladas anuales. La refinería de BP en El Serrallo es ya la segunda empresa en facturación de la Comunidad Valenciana y la primera de la provincia de Castellón. Una facturación que se sitúa en torno a los 2.000 millones de euros por ejercicio y que este año será inferior por la parada técnica que, como cada lustro, ha llevado a cabo la planta. El director de la refinería castellonense ha afirmado que pese a los costes de más de 100 millones de euros que ha supuesto el cese de actividad durante los 44 días que ha durado el parón –iniciado el pasado 16 de octubre- la planta “cerrará 2017 con beneficios”. “Medimos nuestra rentabilidad en ciclos de cinco años, para que las paradas técnicas que hacemos no se vean como un drama. Si somos capaces de salir de un año de parón general con números negros y además decentes, está muy bien”, aseguran desde la empresa.

La dimensión “histórica” de la parada de este 2017 en la refinería de BP en Castellón se mide en cifras. Ha durado 44 días en los que la multinacional ha invertido alrededor de 80 millones de euros: 50 de coste y 30 en inversión directa. En este mes y medio ha dejado de ganar 55 millones de euros por el lucro cesante. Para llevar a cabo esta revisión exhaustiva de la planta, en la parada ha trabajado un promedio de 3.000 profesionales cada día, tanto de la plantilla como de empresas contratistas, con picos de trabajo de 3.700 operarios. Para ello, BP ha contratado a más de 150 empresas auxiliares, la gran mayoría de implantación nacional y con centro de trabajo en Castellón. Adicionalmente ha reunido en sus instalaciones apoyos técnicos de especialistas en distintas tecnologías de 19 nacionalidades. Durante la parada se ha actuado en la totalidad de las unidades y se han revisado 600 equipos de proceso.

De Kazajistán a Nigeria o Rusia

M. P

La mayor parte del crudo que llega a la refinería de Castellón lo hace de países como Kazajistán, Brasil, Guinea Ecuatorial, Azerbaiyán, Nigeria y Rusia. Su capacidad de procesamiento actual es de 110.000 barriles al día, equivalente a 6 millones de toneladas al año. Respecto a los productos finales, más del 56% es gasóleo, casi el 28% gasolina, un 7% coque, 5% queroseno y algo más del 3% gases licuados.

La planta se ha marcado como reto seguir reforzando el uso de la matera prima vegetal –sobre todo aceite- para producir biocombustibles de una calidad equivalente a la del producto derivado del petróleo. El 7% del gasóleo que produce BP Castellón contiene biocombustible. De éste, el 2% -lo que supone unas 50.000 toneladas al año- lo es de producción propia, “y la intención es seguir aumentando este porcentaje”, explican desde la multinacional.

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