Barcelona cifra en 250 las muertes anuales que causa la contaminación
El Ayuntamiento de Barcelona se ha marcado el objetivo de reducir un 30% la contaminación en el aire de la ciudad durante los próximos 15 años.
El Ayuntamiento de Barcelona se ha marcado el objetivo de reducir un 30% la contaminación en el aire de la ciudad durante los próximos 15 años. De esta manera, se cumplirán los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, según un informe de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), se evitarán 250 muertes y cerca de 1.500 ingresos hospitalarios anuales. “El objetivo del Consistorio es salvar vidas y mejorar la salud, en especial de nuestas abuelas y abuelos y nuestras hijas e hijos”, remarcó ayer la cuarta teniente de alcalde, Janet Sanz.
El informe recopila datos captados por 11 estaciones que midieron la contaminación, entre los años 2006 y 2016, en diferentes zonas de la ciudad. Además, cruza los resultados con la mortalidad, los ingresos hospitalarios y las visitas a los servicios de urgencias. También se remarcan variables como la temperatura, la estacionalidad o la presencia de la epidemia de la gripe. El informe concluye que existe una relación “clara” entre los incrementos en niveles de contaminación y el aumento de las complicaciones para la salud.
La comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, aseguró ayer que el estudio muestra que la superación de los 40 microgramos por metro cúbico diarios de dióxido de nitrógeno (NO2) —que recomienda la OMS como límite medio anual— ha provocado, durante la última década, la muerte de “cerca de 90 personas al año y la hospitalización de 67 por causas cardiovasculares”. Además, la superación de los 10 microgramos por metro cúbico diarios de partículas en suspensión de menos de 2,5 micras —precisamente lo que recomienda la OMS como valor máximo medio— ha causado 162 muertos por enfermedad cardiovascular y 1.386 urgencias por dolencias respiratorias. En total, 250 muertes y más de 1.500 hospitalizaciones.
Tarafa también remarcó que el informe analiza las repercusiones sobre la salud que tiene la exposición a la contaminación a largo plazo. El documento observa los datos de la calidad del aire entre 2013 y 2015 y los cruza con la mortalidad global de la población de más de 30 años. “Si se hubiera rebajado en un microgramo por metro cúbico la concentración media de NO2 (que ahora es de 35,6 microgramos por metro cúbico) se hubiesen producido 59 muertes menos al año; si esta reducción fuese de 5 microgramos por metro cúbico se hubieran evitado hasta 295 muertes. Pero si se rebajara en un microgramo por metro cúbico la concentración media de partículas en suspensión de menos de 10 micras, habría 88 muertes menos; y si la reducción hubiera sido de cinco microgramos por metro cúbico, las muertes evitadas llegarían a 436”, concluyó Tarafa.
Estudios anteriores al efectuado por la ASPB estimaron en 2012 que la mortalidad global en la ciudad a causa de la exposición a la contaminación a largo plazo fue de 650 personas. El actual informe resalta que el 95% de la población de Barcelona está expuesta a niveles anuales de partículas en suspensión superiores a los parámetros de referencia de la OMS. La contaminación agrava los efectos de las enfermedades cardiovasculares, el asma y otras dolencias respiratorias. Además, también tiene relación con el cáncer de pulmón, la diabetes, el retraso en el crecimiento fetal, la mortalidad prematura y también tiene efectos en el desarrollo cognitivo de los menores.
Janet Sanz recordó que una de las medidas para reducir el impacto de la contaminación consistirá en las restricciones, a partir de diciembre, de los vehículos más contaminantes durante los episodios de contaminación. Una restricción que en 2020 será de lunes a viernes en toda la ciudad independientemente de si hay o no episodio de contaminación.
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