Los comunes solo ven factible pactar con condiciones con Esquerra o el PSC

Las encuestas no son favorables a la coalición Catalunya en Comú-Units Podem, pero le asignan un papel de árbitro en los comicios del 21-D. “Pase lo que pase, seremos decisivos”, convino ya hace días Elisenda Alamany, número dos de la candidatura y mano derecha de Xavier Domènech, el cabeza de lista. La coalición se opone de entrada a pactar con el PP, Ciudadanos, Junts pel Catalunya o la CUP, según explicó Pablo Echenique, secretario de organización de Podemos. Y eso implica que sus alianzas factibles se acotan —y no a cualquier precio— a Esquerra y el PSC.

Los comunes, sin embargo, exigen que todas las candidaturas sean “honestas” y expongan claramente su programa y qué piensan hacer el día después de las elecciones. A ERC, favorita en los sondeos, le piden que renuncie sin tapujos a la vía independentista unilateral y ensanche la base soberanista —circunscrita al apoyo a un referéndum pactado—; y al PSC, que se desmarque de la aplicación del artículo 155 y que se aleje de Ciudadanos. El objetivo de la coalición, explica Alamany, es huir de “la política de bloques”, el independentista y el del 155, para salir del “bucle”.

En un acto ante un centenar de personas en la plaza de las dones del 36, en Barcelona, en contra de la violencia género, Alamany recriminó al PSC haberse “vendido” por un "puñado de votos“ o "un plato de lentejas” a los exmiembros de Unió a los que ha fichado y que son contrarios al aborto o al matrimonio homosexual. “¡Vergüenza!”, exclamó. “Ante los que no quieren cambiar nada y los que no han logrado cambiar nada, hay un voto útil para hacer avanzar el país y los programas de apoyo a las mujeres y el colectivo LGTB”, dijo para lamentar que tanto los Gobiernos de Mas o de Mariano Rajoy se han dado la mano en aplicar recortes en políticas de igualdad. No fueron los únicos reproches: tanto Alamany como Laura Pérez, concejal de Barcelona, lamentaron la escasa asistencia al acto de hombres de su partido.

Esperemos que tanto ERC como el PSC cambien; sino, va a ser muy difícil hacer un gobierno alternativo", afirma Echenique

Echenique, mientras, lanzó un doble mensaje a sus hipotéticos aliados: “De momento parece que ERC sigue en la vía unilateral, y el PSC, en manos del PP y el 155. Esperemos que cambien. Si no, nos va a resultar muy difícil hablar con ellos de un gobierno alternativo”, avisó el dirigente de Podemos, que invitó al PSC a acercarse al que encarnó en su día Pasqual Maragall. Subrayó que los socialistas están sufriendo una crisis interna tras su adhesión al 155 que le ha pasado factura, con dimisiones de alcaldes y de Nuria Parlón de la ejecutiva de PSOE. “Muchísima gente no lo entiende”, opinó sobre el papel del PSC.

Echenique desmenuzó el rechazo a otras posibles alianzas. “No llegaremos a acuerdos con el PP de Albiol, que usó el manual de Marine Le Pen para limpiar Badalona cuando era alcalde”, dijo. Fue igual de categórico con Ciudadanos —“ha adelantado por la derecha al PP”— o con el PDeCAT: “Aunque se cambie el nombre tres o cuatro veces es el heredero del 3% y ha coincidido con políticas neoliberales de Rajoy”. Joan Mena, de En Comú Podem, incidió: “El PP se ha echado al monte con su dóberman de Ciudadanos. Y el emperador [en alusión a Puigdemont] iba desnudo. Detrás de la DUI [la declaración unilateral de independencia] no había nada”.