Dónde comer y beber en Malasaña
La actriz traza un recorrido por su barrio a través de tiendas de ropa ‘vintage’, cañas en una taberna centenaria y una cena en un italiano que le recuerda a Sicilia
1. Greek and Shop. Aquí desayuno siempre, tienen uno de los mejores cruasanes de Madrid. Es un griego que elabora comida natural, vegetariana, además de tartas y otras delicias. Siempre pido un zumo de acaipor las mañanas para cuidarme un poquito. Y sirven comida a cualquier hora. (Corredera Alta de San Pablo, 9).
2. Flamingos Vintage Kilo. Me recuerda mucho a los barrios de Londres que me enamoraron, como Candem Town. Venden ropa vintage al peso. No vale con echar un vistazo, hay que rebuscar, pero encuentras chollos, como una camisa sesentera por cuatro euros. La última joya que hallé fue un par de botas de cowboy de los años setenta. (Espíritu Santo, 1).
3. Bodega La Ardosa. Es una taberna centenaria, donde conviven lo clásico y lo moderno. Tienen un vermú de grifo muy rico y no pueden tirar mejor la cerveza. Su tortilla de patatas y sus croquetas me chiflan, y han evolucionado mucho en la carta: no dejes de probar las alcachofas a la plancha o la cecina. (Colón, 13).
4. La Vía Láctea. Lo descubrí en los años ochenta, cuando estudiaba en la Escuela de Arte Dramático, y me pareció un hervidero, un sitio efervescente y donde me han surgido proyectos y hasta obras de teatro. Sigue siendo uno de los bares más emblemáticos de Malasaña, mientras otros, como El Foro, ya cerraron. Sigo yendo a menudo, sobre todo entre semana. Me gusta quedar con amigos un martes o un miércoles y tomar unas cervezas. Y siempre ponen musicón. (Velarde, 18).
5. Teatro Bellas Artes. Es un teatro muy cercano al barrio y, para llegar, es un paseo de 15 minutos por callecitas que me encantan. Con Gibraltareña, es la tercera vez que actúo sobre sus tablas, y he ido muchas más a ensayar allí. Tiene el tamaño perfecto, ni muy grande ni muy pequeño, para una función como esta, que es un monólogo. Y tiene mucha solera. (Marqués de Casa Riera, 2).
6. Casa Macareno. Era un gallego de toda la vida y ahora ha cambiado de propietarios. Le han dado un aire distinto, pero manteniendo su esencia con azulejos antiguos. Ofrecen unos platos exquisitos: soy muy fan de las croquetas de boletus y del falso risotto de carabineros. En el menú de los jueves tienen un cocido imperdible. (San Vicente Ferrer, 44).
7. Museo del Romanticismo. Es una isla en pleno Malasaña, un sitio muy tranquilo al que me escapo para respirar. Tiene una cafetería estupenda, con un jardín maravilloso para desconectar o estudiar un papel. Si vas antes del 28 de enero, no te pierdas el cuadro invitado: La actriz María Guerrero como Doña Inés, de Raimundo Madrazo. (San Mateo, 13).
8. El Paracaidista. Es un amplio espacio cultural con tienda y un restaurante con terraza. Desde allí me quedo embobada mirando los tejados de Malasaña. Y tiene una pequeña sala de cine donde proyectan series y películas clásicas. Lo último que he visto, El jovencito Frankenstein y Corazón salvaje. (La Palma, 10).
9. Trattoria Pulcinella. Es un sitio muy tranquilo, con manteles de cuadros y fotos de actores italianos antiguos. Parece que estás cenando en Sicilia. Será el susurro de El Padrino, que cala. Se puede cenar tarde, algo importante si salgo de una función. Hacen una pasta exquisita. Recomiendo los rigatoni al tartufo y las pizzas de masa fina. (Regueros, 7).
10. La Charcutería de Octavio. Entre función y función, paso por este local del Mercado de San Antón para coger fiambre con el que aguantar la siguiente obra. Cortan el jamón finísimo y aconsejan sobre embutidos y quesos de todo tipo. (Augusto Figueroa, 24).
De Madrid a Gibraltar
Elisa Matilla (Madrid, 1966) es un rostro conocido del cine y la televisión. En breve estrenará la película Los habitantes de la casa deshabitada. Los próximos cuatro sábados lleva al Bellas Artes Gibraltareña, un monólogo sobre una prostituta de los años setenta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.