El número de personas sin hogar y que trabaja se triplica desde 2011
Barcelona pide la implicación de todas las administraciones en atender a los sin techo
Un centenar de personas participaron ayer en la flashmob organizada por la Red de Atención a Personas Sin Hogar de Barcelona (XAPSLL) para reivindicar el derecho que tiene toda persona a un hogar digno. En Barcelona son 1.026 las personas que duermen en la calle. Y desde 2011 se han triplicado las personas atendidas en equipamientos de la red que no tienen hogar pese a tener empleo: ya son el 15% de los atendidos.
“Por mucho que nos esforcemos en crear recursos el hecho es que no conseguimos que las cifras se reduzcan”, señaló la portavoz de la XAPSLL, Maite Mauricio, que reivindicó que “para combatir el problema” no sólo hay que impulsar la política de vivienda “a nivel local” sino “de país”. Desde la organización han querido recordar que el derecho a la vivienda así como el derecho a la intimidad o a la seguridad “son derechos básicos” cuya vulneración “es una realidad europea” que hay que combatir “a todos los niveles”
El Ayuntamiento de Barcelona pidió la implicación de todas las administraciones para afrontar el fenómeno de las personas sin hogar y poder ofrecer una respuesta integral. La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, subrayó que más de un tercio de las personas que llegan a los centros municipales de primera acogida son de fuera de la ciudad y que el consistorio ha detectado casos de personas enviadas desde los servicios sociales de otros municipios. Por ello Ortiz pidió mayor corresponsabilidad desde la Generalitat y el Gobierno español.
Ortiz invitó a "pensar en los derechos que hoy en día son vulnerados como consecuencia de la privación de la vivienda". A la pregunta ¿qué supone no tener un hogar? formulada por Ortiz, le siguieron cinco minutos de silencio durante los cuales, los asistentes pudieron escribir en trozos de papel —recortados en forma de prendas de ropa y repartidos por los organizadores del acto— sus pensamientos acerca de la situación de vulnerabilidad en la que viven las personas sin hogar. Al finalizar el acto, los trozos de papel colgados en cuerdas recogían mensajes como: "Somos personas y no números. Luchamos juntos por un futuro de igualdad", "una casa para una vida" o "un mundo mejor donde como mínimo se respeten los derechos básicos".
El silencio fue interrumpido por una voz que manifestó: "Somos solteros, solteras, divorciados, algunos viudos, no siempre estamos solos". A estas palabras le siguieron varias de personas que a día de hoy no tienen acceso a un hogar. "Pasamos la noche en cajeros, en parques, a veces sin techo pero siempre sin hogar", declararon. "También nos gusta hablar con los amigos, la literatura", "no somos vividores o yonkis, no somos sucios, guarros", "tenemos derecho a un hogar donde podemos sentirnos seguros y cuidar de nuestra familia".
Desde la organización quisieron recordar que el derecho a la vivienda así como el derecho a la intimidad o a la seguridad "son derechos básicos" cuya vulneración "es una realidad europea" que hay que combatir "a todos los niveles".
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