Cuando el baile hace historia
Una muestra reivindica el ‘voguing’, un movimiento artístico afroamericano
¿Puede un gesto hacer historia? Desde luego que sí, pero ¿y si se trata de un gesto de baile, de una coreografía? Precisamente, gestos como la hand performance, el catwalk —caminar de forma exagerada, como hacían las modelos sobre la pasarela— o los dips (o caídas), son algunos de los elementos que conforman el vogue, una forma de baile urbano que nació en el seno de la comunidad LGTB afroamericana en el Nueva York de los ochenta. Un completo catálogo de poses y gestos disidentes que lograron hacer historia. A este baile, estrechamente ligado con lo queer y las minorías, que con sus cuerpos inventaron nuevas formas de subjetividad, le dedica una exposición el Centro de Arte Dos de Mayo.
Programa de artes en vivo
Elements of Vogue. Un caso de estudio de performance radical se puede ver en el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles hasta el 6 de mayo de 2018. De forma paralela, se desarrollará un programa de artes en vivo que incluye performances de voguing, actividades educativas y talleres mensuales para aprender a ejecutar poses y otros elementos básicos de la escena ballroom (de baile). El programa de talleres ha sido diseñado por Silvi ManneQueen, organizadora de la Madrid Voguing Ball, y entre los vogueros expertos que impartirán cada sesión están Kiddy Smile (de la Casa Mizrahi de París) y Yanou Ninja (de La Casa Ninja, también de París).
Elements of vogue es una muestra pionera, la primera que se hace sobre voguing con carácter colectivo. La exposición reúne piezas que van desde la primera fotografía conocida de una drag queen afrodescendiente (Beau of the ball, tomada en 1926 por James Van Der Zee, figura clave del Renacimiento de Harlem durante los años veinte y treinta) hasta la obra maestra del célebre Arthur Jafa Love Is the Message, the Message Is Death, una instalación fundamental para entender la experiencia del cuerpo negro en Estados Unidos. Una de las piezas más impresionantes es la del artista apropiacionista Rashaad Newsome, concebida específicamente para el atrio central del CA2M. King of Arms Ballroom installation: se trata de un decorado monumental basado en los clichés de la cultura de masas en torno al público afroamericano. Así, las paredes y el suelo del espacio se han recubierto con grafismos relacionados con lo que se conoce como cultura bling bling del hip hop, una estética del exceso y el lujo, representada a través de bisutería, dientes enjoyados y cadenas de oro.
El título de la exposición, además de hacer referencia a todos esos gestos que definen al voguing, es un guiño a la canción homónima, que constituyó uno de los primeros hits musicales que se crearon específicamente para la escena ballroom, donde tenían lugar los desfiles transgénero y las batallas de baile entre las reinas negras y latinas de las diferentes casas. Y es que esta escena se ha tejido en torno a un sistema de casas —algunas de las más famosas son las de Labeija, Ninja, Aviance o Xtravaganza— que funcionaban como hogares para jóvenes LGTB rechazados por sus familias o que vivían en las calles y que constituían una auténtica red de apoyo mutuo.
El voguing saltó a la escena generalista cuando Madonna se apropió de él en 1990 con su canción Vogue, y también gracias al documental Paris is Burning, de Jennie Livingston, que se estrenó ese mismo año. Pero si el CA2M de Móstoles ha querido dedicarle una exposición es por su vocación de performance radical. Como afirman los comisarios de la muestra, Manuel Segade y Sabel Gavaldón, “la performatividad radical rompe, amenaza, excede el espacio de los gestos hegemónicos y de la cultura dominante para abrir espacio a otro tipo de cuerpos y de formas de vida y de deseo, para poder existir y, sobre todo, para visibilizarse”.
Dentro del CA2M, Elements of vogue se inscribe en una tradición de exposiciones que relacionan la cultura popular con el arte contemporáneo y la música. De hecho, esta juega un papel decisivo en la muestra: además de los temas de Grace Jones, Nina Simone, Kanye West o Chance the Rapper, que forman parte de algunas de las obras de la exposición, esta tiene su propia banda sonora. “Hemos hecho por primera vez un esfuerzo especial: la exposición se acompaña de la difusión de una mixtape de MikeQ, el dj más importante en cuanto a música de voguing beats y que además será el músico de nuestro ball final de cierre de la muestra”, explican los comisarios.
Con esta exposición se aborda el voguing no solo como subcultura dentro de lo popular, sino también desde un punto de vista más crítico, partiendo de los estudios culturales. Como caso de estudio, el voguing es de los más interesantes, pues enlaza conceptos como la clase, la raza y el género, con el activismo, la música y el baile. “Creemos que el voguing ofrece un lugar privilegiado desde el que leer la performance radical. Un espacio donde se articulan una estética y una política minoritarias, que nos permiten releer la historia del arte reciente, pero también la historia de la performance, la danza o la subcultura desde un punto de vista emancipatorio y liberador”.
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