El Plan Director de las Dehesas busca mejorar su viabilidad económica con 86 millones

Las dehesas ocupan 1,2 millones de hectáreas de la comunidad andaluza. Se extienden por casi un centenar de municipios. Cuentan con 14.000 explotaciones de las que dependen un centenar de mataderos y 274 industrias cárnicas. En ellas pastan dos millones de cabezas de ovino, 400.000 de bovino, medio millón de caprino y más de 400.000 de porcino ibérico. Ante estas cifras, el Consejo de Gobierno ha aprobado este martes el Plan Director de las Dehesas, con una inversión inicial de 86 millones de euros hasta 2021, para mejorar la viabilidad económica de estas explotaciones y garantizar su conservación. "Es un plan ambicioso", ha calificado el consejero de Agricultura, Rodrigo Sánchez Garo, quien ha señalado que el documento tendrá una vigencia de 20 años y será revisado cada cinco. 

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Con 17 líneas estratégicas, el plan busca mejorar la rentabilidad de las producciones, hacer frente a sus principales amenazas (el decaimiento del arbolado y la crisis de los mercados ganaderos, entre otros) y potenciar el valor ambiental, social y cultural de las zonas con dehesas. "El plan también contribuirá a impulsar la cohesión territorial y la diversificación económica en sus municipios", ha señalado el consejero, quien ha apuntado que el documento ha estudiado más de 200 alegaciones de las organizaciones representativas del sector. El plan prevé la creación de un comité encargado de su seguimiento y revisión. 

Entre las medidas previstas en el documento, Sánchez Garo ha detallado las destinadas a la renovación del arbolado (dotada con más de 27 millones) y del suelo (casi 19 millones), así como las dirigidas a la mejora de las producciones ligadas a la dehesa (7,5 millones) y de las industrias de transformación de sus productos (5,8 millones). Se consignan también 4,3 millones de euros para la diversificación de aprovechamientos y actividades económicas; 3,7 millones para planificación integral; 3,6 millones para la conservación de la biodiversidad, y 2,4 millones para la mejora de servicios básicos, infraestructuras y equipamientos.

Por otra parte, el documento incluye las directrices para los planes de gestión integral, que serán desarrollados voluntariamente por los titulares de las explotaciones y cuya realización se considera criterio prioritario en el acceso a las ayudas públicas, tanto agrarias como ambientales. Además de las medidas recogidas en el plan, los territorios de dehesas también se benefician de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) para pastos y ganadería, que en su conjunto suponen anualmente 119 millones de euros.

Este sistema productivo cuenta también con el respaldo del proyecto europeo Libe Vil dehesa 2013-2018 que, dotado con casi 8 millones de euros, ha contribuido a poner en marcha instrumentos como un censo específico, una red de dehesas demostrativas (productivas y respetuosas con el medioambiente) o la edición de guías de buenas prácticas, además de un modelo de plan de gestión integral para las explotaciones.