Colau busca apoyo para la tasa a los autocares turísticos
Las ordenanzas fiscales prevén bonificar el 95% del IBI a los propietarios que cedan pisos a la bolsa de alquiler
El Gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, llevará a la comisión de economía —que se tenía que celebrar ayer pero se ha aplazado a este jueves— el proyecto de ordenanzas fiscales para 2018 en el que rescata la introducción de una tasa para los autocares turísticos. Con esta tasa, que ya figuraba en el proyecto de ordenanzas fiscales del año pasado —que se quedaron sin apoyo político por la retirada a última hora de los votos de ERC—, el ejecutivo municipal hace un primer paso para gravar a los turistas de día, los que visitan la ciudad pero no se quedan a dormir.
La propuesta concreta pasa por crear una nueva tasa de 45 euros para los autocares que aparcan en Montjuïc coincidiendo con los espectáculos de la Font Màgica. Además, se incrementan las tarifas de la Zona Bus para los autocares turísticos en las áreas ya existentes entorno a la Sagrada Família y el Park Güell.
Bonificaciones en el IBI
La propuesta de Ordenanzas Fiscales mantiene la congelación del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) vigente desde 2016. Y, como novedad, introduce la práctica exención (con una bonificación del 95%) para aquellos propietarios que destinen sus pisos a la bolsa de alquiler social. Además, modifica la bonificación para familias numerosas, vinculándola a la renta, además del valor catastral de los inmuebles.
Otra novedad del proyecto es la introducción de un sistema variable de tarifas de aparcamiento (zonas verde y azul) para no residentes en función del nivel de emisiones del vehículo. Cuanto menos contaminante sea un coche, menos pagará.
El proyecto de ordenanzas solo prosperará si logra apoyo político este jueves y se puede aprobar en el pleno del próximo viernes 27. Desde el PDeCAT, la concejal Sònia Recasens anunció que no las apoyará porque no ha habido negociación. Además, advirtió de que, pese a mantener el IBI congelado, el ejecutivo es consciente de que tendrá que subirlo tras la revisión catastral, pero “no afronta la negociación sobre cómo hacerlo”.
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