_
_
_
_
_

Las movilizaciones paran el transporte y la Administración

El Departamento de Salud suspende la actividad programada de atención primaria, consultas externas y pruebas diagnósticas

Concentracion en la plaza de Sant Jaume, con la presencia de Puigdemont y Colau, en Barcelona.Foto: atlas | Vídeo: Samuel SÁnchez / ATLAS

La consejera de Trabajo y Asuntos Sociales, Dolors Bassa, rebajó ayer lunes los servicios mínimos de transporte previstos para la huelga convocada a partir de este martes por los sindicatos minoritarios. La huelga general coincide con el llamado “paro de país”, auspiciado por las patronales Cecot y Pimec, entes sociales y CC OO y UGT, para protestar contra las cargas policiales del domingo. Precisamente, Bassa apela a estas concentraciones, pactadas entre empresas y trabajadores, para justificar la medida. Servicios básicos y transporte sufrirán los paros más importantes.

Aunque la huelga y el “paro de país” van por separado —CC OO y UGT no secundan la primera—, las movilizaciones confluyen en la calle e intentan paralizar la actividad en muchas áreas estratégicas. La más afectada es la del transporte. Tanto el metro de Barcelona como la red de autobuses y el servicio de Ferrocarriles de la Generalitat funcionan según los servicios mínimos decretados por el Govern: en las horas punta (de 6.30 a 9.30 y de 17.00 a 20.00) del 25%, mientras que en las demás horas no circularán los trenes. Rodalies Renfe funcionará al 33% y el resto del transporte de viajeros, así como el autobús que conecta Barcelona con el aeropuerto de El Prat, operarán al 50%.

Los puertos de Barcelona y Tarragona tienen paralizada su actividad, tanto marítima como terrestre, han explicado a Europa Press fuentes de ambos enclaves portuarios.

Estos servicios mínimos solo tienen efecto hoy, puesto que a partir de mañana solo está convocada la huelga general por parte de los sindicatos minoritarios. Así, del 4 al 13 de octubre el metro y la red de autobuses de Barcelona funcionarán al 50% en las horas punta y al 25% en el resto del día.

Pactos entre empresas y trabajadores

En el ámbito empresarial, las patronales Pimec y Cecot, impulsoras del “paro de país” como parte de la Mesa por la Democracia, recomendaron a sus empresas pactar con los trabajadores la mejor manera de realizar esta protesta. Muchas compañías lo entendieron como un paro que debía durar un día entero, pero el secretario general de PIMEC, Antoni Cañete, matizó en TV-3 que podía ser de solo una hora. Así, grupos como Bonpreu o Ametller Origen cesarán su actividad durante toda la jornada, mientras que Mercabarna deja a decisión de las empresas el formato en el que se desarrolle la huelga. Los comerciantes, por su parte, también secundarán el paro, cada uno a su manera, aunque muchos ejes comerciales, como el de Sant Andreu, apuestan por no trabajar durante todo el día.

Al “paro de país” también se unió ayer el sector del taxi. “Rechazamos y condenamos la violencia ejercida por los cuerpos de seguridad del Estado”, rezaba el comunicado de STAC, el principal sindicato. Los taxistas acordaron que cada conductor secundaría el paro según considere necesario. “El servicio de taxi puede sufrir alteraciones”, alertó el Institut Metropolità del Taxi.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El paro generalizado, con el que la Generalitat, los sindicatos y las entidades, agrupadas en la Mesa por la Democracia, quieren mostrar su rechazo por la actuación policial del pasado domingo, también afectará a la Administración. En el caso de las instituciones que dependen de la Generalitat, el Govern alentó ayer a sus trabajadores a secundar el paro, y aseguró que no se retiraría la retribución como se hace en una huelga convencional.

Los Ayuntamientos, en su gran mayoría, también cerrarán sus puertas o parte de sus equipamientos. En el caso de Barcelona, el consistorio gobernado por la alcaldesa Ada Colau cerrará los centros cívicos, las bibliotecas y ludotecas o los centros para gente mayor. “Además de cerrar los equipamientos que no son esenciales, suspendemos los órganos de gobierno y los actos institucionales”, explicó el portavoz del gobierno municipal, Gerardo Pisarello.

En el ámbito de las infraestructuras, los estibadores de los puertos de Barcelona y Tarragona se sumaron también al paro.

En el sector sanitario, el Departamento de Salud, Metges de Catalunya (el sindicato mayoritario) e incluso la patronal de los hospitales privados, ACES, secundaron ayer el “paro de país” (los centros sanitarios, durante todo el día; ACES, en cambio, movilizaciones abiertas y sin coste para los trabajadores). Ante el paro masivo que se prevé en la sanidad catalana, Salud ha suspendido todas las visitas programadas de atención primaria, consultas externas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas. El Departamento garantiza el funcionamiento de las urgencias y la “actividad programada inaplazable”, como los cuidados intensivos, la quimioterapia, los trasplantes y la hemodiálisis, entre otros.

Por su parte, en Enseñanza, los colegios tienen la obligación de mantener unos servicios mínimos. Si algún niño va a clase, tiene que haber docentes en el centro. Sin embargo, explican fuentes del Departamento, con el paro de país sobre la mesa, los profesores obligados por ley a estar en el centro cumpliendo servicios mínimos pueden abandonar la escuela si no hay alumnos. Con todo, muchos colegios ya han anunciado que secundarán los paros y cerrarán sus puertas durante toda la jornada.

Las universidades públicas catalanas también suspendieron ayer toda la actividad académica prevista para este martes.

Los clubes de fútbol se adhirieron ayer al paro de país. Así, las instalaciones del Barça, el Espanyol, el Girona, el Reus y el CN Sabadell, entre otros, permanecerán cerradas durante este martes. Tampoco abrirán sus puertas la mayoría de federaciones deportivas catalanas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_