Franco, Lobato y González Jabonero se disputan la Secretaría General del PSOE de Madrid

Con la primera prueba superada, los tres candidatos se preparan para presentar batalla. La contienda en este momento podría parecer igualada si la única vara de medir fueran los avales, pero la última palabra la tienen los militantes, que se pronunciarán en las primarias del próximo día 30. Y puede saltar la sorpresa, como ya ocurrió en la votación para elegir al secretario general del PSOE, cuando Pedro Sánchez se alzó con la victoria por mayoría absoluta a pesar de que Susana Díaz había obtenido 6.000 avales más que él.

José Manuel Franco, portavoz adjunto de los socialistas en la Asamblea de Madrid y coordinador de la campaña de Sánchez en la región, cuenta con el apoyo del aparato del partido, además del de la actual secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, que renunció a la lucha por el puesto para apoyarle. Franco despunta así como el aspirante con mayores posibilidades. No sólo cuenta con el apoyo de Sánchez y de Hernández. Otros dirigentes socialistas han anunciado que respaldan su candidatura, como el senador José Cepeda; el alcalde de Móstoles, David Lucas, y el regidor de Fuenlabrada y presidente del PSOE-M, Manuel Robles.

La pretensión de Franco es “mejorar el funcionamiento interno del partido para garantizar el éxito electoral en los próximos comicios”.

Uno de sus contrincantes será Juan Lobato, alcalde de Soto del Real y diputado socialista en la Asamblea, que apoyó a Patxi López en las primarias en las que Sánchez fue elegido líder del partido por las bases socialistas. Lobato asegura que cuenta con el voto de “compañeros que apoyaron a las tres candidaturas” y que existe un “debate de fondo durísimo” entre las diferentes opciones, aunque a pesar de ello se están guardando las formas.

Este candidato pide un cambio total del modelo de organización, que implica que “las listas se elaboren por los militantes, no en los despachos”. Una opción que genera rechazo entre personas que ostentan cargos en el partido y que no están dispuestas a perder poder. Lobato ha prometido que, en caso de salir elegido, solo compatibilizaría un cargo institucional y uno orgánico. De esta forma, dimitiría como parlamentario en la Asamblea para “centrar los esfuerzos en recomponer” el partido y “reconectar con los sectores progresistas”.

El tercer aspirante, Eusebio González Jabonero, representa a los llamados tomasistas —los socialistas afines a Tomás Gómez, secretario general del PSOE madrileño de 2007 a 2015, año en que Pedro Sánchez le destituyó—. González Jabonero quiere rodearse de “una candidatura transversal, integradora y de verdadero liderazgo colectivo”. “La fuerza está en el equipo, en generar nuevas ideas y activar a la militancia actualmente desmovilizada y desmotivada”, sostiene.

Tras conseguir los avales “de forma tranquila y holgada”, se ve ya luchando con Franco por el liderazgo. En todo caso, “por actitud y programa, se encuentra mucho más cercano a Lobato que a Franco”, indica un miembro del equipo. En el camino se han quedado dos aspirantes, Enrique del Olmo y Manuel Lucas, que no han logrado el mínimo exigido del 2% del censo.

Los candidatos tienen por delante 13 días de campaña. Todos piden la máxima participación, pero los que más se juegan son los equipos de Lobato y González Jabonero. “A Franco se le da por ganador y mucha gente con ganas de cambio se puede quedar en casa pensando que su voto no va a cambiar nada, y no es así”, explica un portavoz de su equipo. Lobato y Jabonero han pedido la celebración de un debate y Franco ha asegurado que no lo va a eludir.

Son 15.482 los socialistas madrileños con carné. Si uno de los candidatos obtuviera más del 50% de los votos emitidos, sería proclamado ganador de las primarias en primera vuelta. En caso de que no se dé esa situación, las dos personas con mayor número de apoyos concurrirían a una segunda vuelta, que se celebraría el sábado 7 de octubre.