Greenpeace bloquea el almacén de carbón del puerto de A Coruña
Cuatro de los participantes en la protesta contra las emisiones que causan el cambio climático han sido detenidos y acusados de desobediencia a la autoridad
Dos activistas de Greenpeace se han colgado este martes en la cúpula de la instalación del centro de almacenaje de carbón de La Medusa, en el Puerto de A Coruña, en donde han desplegado una pancarta con el lema “Almacén de Cambio Climático”. La acción, en protesta contra el uso de carbón como fuente de energía, se inició a las ocho de la mañana cuando los representantes de la ONG se desplazaron en zódiacs hasta la instalación con la intención de impedir la entrada de la carga de un tren.
Mientras los dos activistas se encaramaban a la cúpula, colgándose delante de la vía de uno de los puntos de descarga de carbón en los trenes que lo transportan a la central térmica de Meirama, en la localidad coruñesa de Cerceda, otras siete personas se situaban en los accesos de los trenes que cargan la mercancía que llega al puerto. Cuatro de los participantes han sido detenidos y acusados de desobediencia a la autoridad. Según ha informado a Europa Press la organización ecologista, todos ellos han quedado en libertad con cargos.
Esta instalación de Gas Natural Fenosa figura entre las diez más contaminantes de España en el informe presentado el pasado enero por el Observatorio de la Sostenibilidad. Con la actuación de este martes, la asociación ecologista pretende llamar la atención del Gobierno sobre “la necesidad de acabar con la quema de carbón y sustituirlo por energías limpias". La acción se enmarca en una campaña con la que, bajo el lema 'Misión Salvar el Clima', alerta de que la quema de carbón es “el principal responsable del cambio climático, además de causar numerosas enfermedades respiratorias".
Frente a la reivindicación de los ecologistas, Gas Natural Fenosa niega la existencia de emisiones de CO2 en el traslado del carbón que llega al puerto de A Coruña con destino a su central térmica de Meirama. La compañía sostiene que su instalación es una “referencia mundial” en la manipulación de este combustible. Así, informa Europa Press, la empresa asegura que desde que el carbón es descargado en las tolvas ecológicas hasta que es cargado en tren “todo el trasiego se realiza a cubierto sin ningún tipo de emisiones". Sostiene junto a ello que el transporte en tren “evita el tránsito en carretera de alrededor de 300 camiones al día”, lo que, puntualiza, “impide las emisiones de CO2".
La eléctrica indica que las centrales de carbón "son un claro ejemplo de la transformación tecnológica para adaptarse a estándares ambientales cada vez más rigurosos" y asegura que la central térmica de Meirama realizó en 2008 “importantes mejoras tecnológicas para adaptarse a los nuevos requisitos de la legislación ambiental", como la reforma que “permite la combustión de carbón con menor contenido de azufre y mayor cantidad de volátiles, junto con la instalación de quemadores de baja generación de óxidos de nitrógeno”. Unas actuaciones que, sostiene, "han supuesto una notable reducción del impacto medioambiental de la central".
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