Siete claves decidirán el futuro de Ahora Madrid

El nuevo curso político se perfila lleno de incógnitas y escollos para el Ayuntamiento y la coalición que lo gobierna. Ahora Madrid, formada por un grupo heterogéneo de partidos (Podemos, IU, ecologistas y anticapitalistas), llegó a la alcaldía prometiendo un cambio político y de gestión tras 20 años de gobierno del PP. Los próximos meses serán claves para definir el balance de su gestión.

"La clave está en las posiciones de salida para las elecciones de 2019. Ahora Madrid intentará vender obra del gobierno, porque es siempre lo que se hace en esta segunda mitad. Así que tendremos que evaluar si ha habido un rendimiento positivo o negativo, y analizar toda la incógnita sobre la potencial sucesión", resume Pablo Simón, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid y editor del colectivo Politikon.

La cuenta atrás se activó nada más superar el ecuador del mandato, el pasado mes de mayo. El gobierno de Ahora Madrid tuvo que empezar a responder sobre sus actuaciones, y entró en un escenario casi preelectoral al trascender que Podemos pensaba en el ex jefe de Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez como sustituto de la alcaldesa, Manuela Carmena. La regidora, por su parte, anunció el deseo de "tutelar" su sucesión.

Fuentes municipales manifiestan tranquilidad y recuerdan los ejes de su política: "Lucha contra la contaminación, más peso a la cultura, transparencia y sostenibilidad". Estas directrices se detallarán en una próxima junta de gobierno a la que acudirán excepcionalmente los 19 concejales de la coalición. EL PAÍS habló con responsables del Ayuntamiento sobre sus prioridades para los próximos meses.

Medioambiente. El ejecutivo intentará convertir los anuncios de peatonalizaciones en hechos. Prevé crear en 2018 una gran Área de Prioridad Residencial en todo el centro (incluida la Gran Vía y sus plazas aledañas). El objetivo es mejorar la calidad del aire en la ciudad. La velocidad máxima en la M-30 pasará a ser de 70 kilómetros por hora, mientras que la reforma de la plaza de España conectará los jardines de Sabatini con Príncipe Pío. Las medidas en ámbito urbanístico sumarán 6.000, gran parte de ellas con cargo a los nuevos presupuestos.

Educación. El proyecto de Carmena prevé crear 16 nuevas escuelas infantiles. Las licitaciones están en marcha, sostiene el gobierno. Con precios más bajos y accesibles, la idea de Ahora Madrid es "romper con el modelo monopolístico del PP", acercando los centros a otros actores, además de las empresas privadas. Otra novedad consiste en que estén dos profesores con los niños, y no uno solo, en cada aula. Las escuelas infantiles que han pasado de la Comunidad al Ayuntamiento ya han implementado este método, pero la oposición critica los costes (unos ocho millones) y denuncia una finalidad ideológica.

Cultura. En el ámbito cultural son muchas las inauguraciones previstas: desde el Teatro Madrid en La Vaguada hasta el museo contemporáneo en Conde Duque. También está previsto lanzar un bono cultural para los jóvenes, recogiendo una propuesta del PSOE, y recuperar la noche en blanco.

Vivienda. El principal reto de Ahora Madrid es recuperar el parque de viviendas públicas vendido durante los años de Ana Botella (PP). En ello trabaja Marta Higueras, concejal de Equidad, que explica que de momento el Consistorio ha entregado 2.200 viviendas en alquiler protegido, y otras 300 se darán de aquí a diciembre. No obstante, el gran objetivo es levantar 4.000 pisos públicos.

Economía. Uno de los exámenes más difíciles es el de las cuentas. El año pasado, el Ayuntamiento no aprovechó el remanente de tesorería a su disposición. La ejecución de inversiones fue inferior a las expectativas y, por ello, devolvió más deuda de lo previsto; algo paradójico para un grupo que en su día propuso renegociar la deuda. La compra de un edificio (104 millones) y de terrenos (130), según la oposición para maquillar la ineficiencia económica, hicieron disparar el gasto, y este año el Consistorio se ha visto obligado a congelar 238 millones. El difícil encaje entre estabilidad y política expansiva puede frustrar las expectativas del gobierno. El grueso de las medidas previstas dependerá de la liquidez. De no ser ejecutadas, la oposición aprovechará para evidenciar los errores de una formación que todavía tiene la etiqueta de emergente.

Apoyo externo. La gobernabilidad dependerá en gran parte de las decisiones del PSOE. Los socialistas facilitaron la investidura a Carmena y han avalado en los últimos dos años los presupuestos. A medida de que se acerque el cierre del ejercicio, el PSOE deberá decidir si confirma su apoyo a las cuentas municipales, que posiblemente supeditará al cumplimiento de las promesas de Ahora Madrid entre 2015 y 2017. Otro asunto es la posible entrada del PSOE en el ejecutivo. Fuentes socialistas la descartan, aunque hay coincidencia en que mucho dependerá de lo que decida Ferraz. Sin embargo, Simón ve la operación complicada: "La entrada en el gobierno depende mucho del timing. Cuanto más la retrases, más dificultades vas a tener para visibilizarte como alternativa, porque no tienes logros que vender, pero al mismo tiempo no puedes criticar al gobierno".

Sucesión. La gran incógnita es la sucesión de Carmena. Los portavoces de Podemos remarcan su voluntad de que la exjuez, de 73 años, repita como candidata, pero algunos observadores creen que la formación de Iglesias está preparando alternativas. De todas formas, será esencial que Carmena apoye al nuevo candidato: "Estos candidatos que surgen de la nada que hemos visto en 2015 son ya más improbables", afirma Simón. ¿Y que probabilidades hay de que Carmena repita? "Mucho dependerá de la alternativa. Si es Monedero, por ejemplo, es probable que Carmena no participe en la campaña o se vaya, cosa que sería un desastre para Ahora Madrid. Al mismo tiempo, y por defecto, podría decidir seguir e irse a mitad legislatura. Eso no sería descartable", reflexiona el politólogo. La oposición, por su parte, ya prepara sus alternativas. En el PP, el nombre más cotizado es el de Pablo Casado, mientras que en Ciudadanos, la portavoz Begoña Villacís ya se ve como candidata.