Atocha tendrá solo un carril por sentido para los coches

Esta reforma se suma a las ya anunciadas para otras calles emblemáticas de la capital, como la de Alcalá o la Gran vía, y contempla unas líneas maestras similares a ambos casos: reducción del espacio para el vehículo privado, ampliación del espacio peatonal y creación de carril bici en los tramos de subida, donde es más incómodo moverse para los ciclistas. En la actualidad, la calle de Atocha (de 1.300 metros) tiene seis carriles en su parte inferior, cuatro hasta llegar al metro de Antón Martín y dos de subida a partir de ese punto.

Según explica una portavoz del área de Desarrollo Urbano Sostenible, las obras de la calle de Atocha tienen como objetivo recuperar este eje como una de las principales vías de acceso al centro histórico. Por ello, se pretende reformar esta emblemática vía y recuperar espacios para el peatón mediante el ensanchamiento de las aceras, en especial en los tramos de la calle más próximos a la rlorieta de Carlos V. En este tramo inferior de la calle en la actualidad hay hasta seis carriles para el tráfico privado, que quedarán reducidos a dos para este tipo de tráfico, a los que hay que sumar un carril bus. Además, está previsto crear un carril bici segregado ascendente desde la glorieta de Carlos V hasta la calle Fúcar. Desde ahí, se continúa en bici en un ciclocarril, por el que los coches no pueden superar los 30 kilómetros por horas.

Los planes del Gobierno municipal contemplan potenciar la permeabilidad transversal, introduciendo nuevos pasos de peatones y aumentando la superficie de los ya existentes. Los trabajos de remodelación incluyen la renovación de la pavimentación tanto de las aceras como de calzadas; la reordenación de los aparcamientos, mejorando tanto la movilidad peatonal como la circulación rodada; y la renovación y redistribución del mobiliario urbano, de forma que se fomente la accesibilidad universal y se ganen espacios para los peatones. Se prevé también la plantación de nuevo arbolado que complete la alineación existente.

Para el Ayuntamiento, estas obras quieren reafirmar la importancia de la calle de Atocha como corredor comercial y cultural que vertebra dos barrios en pleno proceso de rehabilitación, Embajadores (Lavapiés) y el barrio de las Letras. Además, se considera que Atocha debe cambiar de cara para convertirse en puerta de entrada al casco histórico, como enlace entre el eje cultural Recoletos - Prado y la Plaza Mayor.

Reforma en Carretas

La calle Carretas, por su parte, se transformará en una calle peatonal que dé continuidad al las calles peatonales de Fuencarral y Montera, atravesando la Puerta del Sol y finalizando en la plaza de Jacinto Benavente. La reforma, que será similar a la de la calle de las Huertas, supondrá cerrar al tráfico la vía, cambiar el pavimento y aumentar el arbolado. Se permitirá el paso de los vehículos de los residentes, garajes y carga y descarga, como ocurre en la mayoría de calles peatonales de la capital. Según el plan municipal, con la remodelación de esta calle se completa la renovación de los accesos a la Puerta del Sol, facilitando la accesibilidad a uno de los espacios de mayor intensidad peatonal de la ciudad.

Además, se plantará nuevo arbolado y se eliminará la rampa de entrada desde esta calle al aparcamiento de Jacinto Benavente, lo que permitirá crear una nueva zona ajardinada y arbolada como zona de descanso con bancos como remate de la calle. Esta reforma incluye reordenar el aparcamiento de BiciMad para situarlo más cerano a la Puerta del Sol.Las obras, previstas para este otoño, tienen un plazo de ejecución de 18 meses y está previsto que el gasto sea de 6.818.642,69 euros.