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La ‘crónica marciana’ de las terrazas

Xavier Sardà modera un debate con líderes municipales sobre el futuro de la ordenanza en Barcelona

Alfonso L. Congostrina
Sardà junto a representantes políticos y del gremio de restauradores
Sardà junto a representantes políticos y del gremio de restauradores A. C.

La moratoria de la ordenanza de terrazas que diseñó en el pasado mandato el gobierno de Xavier Trias con el apoyo del PP finalizará el último día de diciembre de 2017. Colau, tras ganar las elecciones en 2015, retrasó dos años la entrada en vigor de la polémica norma a la espera de encontrar consensos. Los acuerdos no llegan y el tiempo ha incendiado los ánimos de los empresarios, que ven peligrar sus licencias de terrazas.

El gremio de restauradores de Barcelona organizó ayer un debate moderado por Xavier Sardà. Xavier Trias (PDeCAT), Carina Mejías (Ciutadans), Alfred Bosch (ERC), Alberto Fernández Díaz (PP) y el concejal de paisaje urbano, Daniel Mòdol (PSC), debatieron sobre el futuro de las terrazas en Barcelona. Ante ellos, un público de 250 personas vinculadas al mundo de la hostelería junto al que fue en su día el sacerdote más mediático, el padre Apeles, y la arquitecta Benedetta Tagliabue.

Sardà apareció en escena y sin grandes introducciones presentó a los políticos. Nadie echó de menos a los representantes de la CUP y pronto empezó el debate. Bosch tomó la palabra regalando muestras de afecto: “Os queremos y vamos a las terrazas. De hecho, Esquerra Republicana nació en una terraza”. Mòdol culpabilizó de la situación a CiU y al PP mientras que Carina Mejías encontró el aplauso con la afirmación: “Un gobierno no puede ser un lastre para alguien que quiere poner en marcha un negocio”. Fernández Díaz justificó haber apoyado la ordenanza de Trias “para unificar las normativas que había; de hecho las alegaciones que presentaron todos los partidos de la oposición en 2015 hubieran convertido las terrazas en una anomalía”.

Tras un primer análisis fue el turno de criticar al equipo de gobierno actual. “El turismo es importantísimo en Barcelona. BComú han creado un ambiente contrario al turismo y contrario a las terrazas”, afirmó Trias. Bosch criticó las actuaciones del Consistorio llevándose mesas de las terrazas. Y de nuevo, Mejías buscó y encontró el aplauso de los asistentes: “BComú tiene otro modelo, prefiere que los manteros ocupen el espacio público”.

Fernández Díaz presionó a Mòdol y le exigió sacar a debate cada punto de la ordenanza. Trias admitió su parte de culpa por la polémica normativa pero criticó la falta de acuerdo con el gobierno municipal. Para acabar de cuestionar al concejal de paisaje urbano, la oposición destacó que Mòdol es socialista y que no había nadie en el escenario del partido de Ada Colau.

De la nada apareció en una pantalla el diseñador Javier Mariscal apoyando las terrazas. Tras una hora de debate, media docena de restauradores se saltaron el guión. Uno se autoinculpó de colocar terrazas ilegalmente. Después, mientras hablaba Trias, gritó: “Si, si… ¿Y el 3%?”. El debate acabó sin ningún acuerdo y con los ánimos incendiados. De la misma forma que lo hacían las tertulias que dirigía Sardà en Crónicas Marcianas.

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