El concejal de Sant Adrià al Tío Cristina: “Se hará lo que usted diga”
Los Mossos detienen a un regidor del PSC por desviar presuntamente fondos al jefe de un clan acusado de tráfico de drogas
Los Mossos d’Esquadra detuvieron este lunes al concejal socialista de Sant Adrià y tercer teniente de alcalde, Juan Carlos Ramos, acusado de desviar dinero de la vigilancia de pisos vacíos del Consorcio de la Mina y dárselos a Ángel Amaya Montero, Tío Cristina. A cambio, el Tío Cristina evitaba supuestamente que los inmuebles fuesen ocupados. El concejal quedó en libertad, a la espera de ser citado por el juez. En un operativo paralelo contra el tráfico de drogas, la policía catalana detuvo al Tío Cristina y a dos de sus hijos. Además, asuntos internos arrestó al inspector jefe de policía de Mataró, Félix Riesco, acusado de revelación de secretos y cohecho.
“Se hará lo que usted diga, Tío”. La conversación telefónica saltó en medio de una investigación policial sobre el tráfico de drogas en La Mina. Hablaba el concejal socialista Ramos con el Tío Cristina, una persona con mucha autoridad en el barrio de Sant Adrià. Y no fue la única. “Tío, en el barrio al final nos quedaremos solo nosotros, los de la Familia”, o “Ya tengo el dinero Tío”. Esos elementos han sido claves, según fuentes policiales, para que los Mossos detuviesen a Ramos en su despacho del Ayuntamiento, acusado de desviar fondos del Consorcio de la Mina del servicio de vigilancia de edificios, y dárselos al Tío Cristina. El concejal declinó hablar con este diario. Ramos es vicepresidente en el Consorcio de la Mina. El gestor del mismo, Juan Luis Rosique, quedó también imputado.
Asuntos internos detiene al inspector jefe de la policía de Mataró, Félix Riesco, acusado de revelación de secretos y cohecho
La operativa funcionaba supuestamente a través de dos empresas. El Consorcio contrataba la seguridad a través de Grupo visegurity. La compañía a su vez subcontrataba a Belaan Seguridad. Y en ese momento, según fuentes policiales, se desviaba parte del dinero a Ramos, y este supuestamente se lo entregaba al Tío Cristina, en concepto de vigilancia y prevención de ocupaciones de los pisos de protección oficial de la Mina pendientes de adjudicar. Dos trabajadores de las empresas de seguridad fueron también imputados. Los Mossos investigan ahora las cuantías entregadas.
Paralelamente, a las cinco de la madrugada, los Mossos entraron en ocho pisos de la Mina. De allí se llevaron detenido al Tío Cristina, de 70 años, a dos de sus hijos y a siete personas más acusados de tráfico de drogas. Los Mossos consideran que en la cúspide de esa organización criminal está el Tío Cristina y sus hijos como responsables en el negocio del tráfico de drogas. Los Mossos intervinieron más de 500 plantas de marihuana en una de las casas del hijo del Tío Cristina, Miguel Amaya Alunda, en Centelles. También encontraron armas y dinero.
A la vez, en esta ocasión a manos de asuntos internos de la Policía Nacional, detuvieron al inspector jefe de la comisaría de Mataró, Félix Riesco. Está acusado de descubrimiento y revelación de secretos, y de cohecho. Posteriormente, el policía fue puesto en libertad, y suspendido de empleo y sueldo a la espera de cómo evolucione el caso. Los Mossos sospechan que Riesco avisaba a Tío Cristina de las operaciones en La Mina.
Precisamente, en una de ellas, en noviembre de 2015, uno de los principales sospechosos del clan de los Alunda logró escapar. La policía siempre dio por hecho que había huido antes de que llegasen gracias a un soplo. Ahora falta por saber quién proporcionaba información al inspector jefe de policía sobre una investigación que llevaba otro cuerpo policial.
El Tío Cristina es una autoridad en La Mina. Casado con una hija del Tío Manolo, patriarca histórico del barrio ya fallecido, es una de las personas con capacidad para mediar en los conflictos. Ramos es a su vez vecino del mismo barrio. El año pasado, amagó con dejar su puesto en el consorcio porque no se realojaba a las familias del histórico edificio de la calle Venus.
Registros en el barrio de La Mina, otra vez
Los Mossos d’Esquadra irrumpieron de nuevo ayer en La Mina, en Sant Adrià de Besòs. En menos de dos años, la policía ha entrado cinco veces, de madrugada, en el barrio. En total han practicado más de 140 detenciones (algunas personas han sido arrestadas en varias de las operaciones). Y siempre por lo mismo: el tráfico de drogas, cocaína, heroína, y, en los últimos tiempos, mucha marihuana. El caso de más peso fue la Operación Titán, desarrollada en dos fases entre noviembre de 2015 y enero de 2016, con un centenar de detenidos. Eso generó un vacío de poder y tensión en el barrio por el control de las drogas, que se unió a un éxodo de varios de sus vecinos por un asesinato.
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