Gipuzkoa inicia las obras de la incineradora tras un parón de seis años
El complejo que incluye la planta de combustión comenzará a funcionar en 2019 tras invertir 217 millones
Seis años después de la colocación de la primera piedra del Centro de Residuos de Gipuzkoa, ubicado en terrenos de Zubieta, la Diputación guipuzcoana ha asistido este miércoles al inicio de las obras de construcción de este complejo que incluye la polémica incineradora que fue paralizada por el Ejecutivo foral cuando estuvo presidido por Bildu entre 2011 y 2015. "Hoy es un gran día", ha anunciado hoy el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano (PNV), tras felicitarse por poner fin al "debate infinito" sobre el modelo de gestión de los residuos de la provincia. Un grupo de ciudadanos contrarios a la construcción de la incineradora ha protestado por el arranque de los trabajos.
Olano también presidió en marzo de 2011, junto al entonces alcalde donostiarra Odón Elorza (PSE) y a pocos meses de las elecciones municipales y forales, el acto de colocación de la primera piedra en los mismos terrenos donde ahora se va a levantar la incineradora. Esta infraestructura"ha simbolizado la parálisis del territorio", ha dicho Olano atribuyendo el parón en las obras a la coalición abertzale: "Gipuzkoa siempre ha tenido fama de plantear debates infinitos que nos paralizan y hoy demostramos que Gipuzkoa avanza", ha añadido en presencia del diputado de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, y representantes de las empresas de la UTE adjudicataria Urbaser.
"Gipuzkoa da hoy un paso significativo, un paso de gigante para impulsar su futuro. A partir de hoy no va a ser el territorio en el que se plantean debates infinitos, sino que va a ser un territorio que va a avanzar en el aspecto social, económico, institucional respondiendo a la decisión mayoritaria de la ciudadanía", ha concluido Olano.
Las obras de la primera fase del centro de residuos de Zubieta incluyen la incineradora y una de tratamiento mecánico-biológico (TMB), que construirá una unión de empresas Urbaser y las empresas locales LKS, Moyua, Murias y Altuna y Uria, aliadas para la financiación de la operación con el grupo francés Meridiam Investments y para las tecnologías aplicadas con el alemán Steinmuller Babcok.
Las adjudicatarias se harán cargo de una inversión de 217 millones de euros y disponen de 30 meses para la puesta en marcha de las infraestructuras. En una segunda fase se construirán una planta de biometanización y otra de "valorización" de escorias.
El Gobierno foral (PNV-PSE) ha desechado el modelo de construcción y explotación directa elegido anteriormente y que Bildu anuló. Esta vez se ha optado por una fórmula "indirecta", de manera que la sociedad pública Consorcio de Residuos de Gipuzkoa (GHK), que integran la Diputación y las mancomunidades que gestionan las basuras, encarga a un "socio privado" la construcción, financiación, explotación y mantenimiento integral de las dos plantas por un periodo de 32 años.
Una vez que el centro de residuos entre en funcionamiento, la empresa concesionaria cobrará del orden de 24 millones anuales, en concepto de "disponibilidad" y de lo que se calcula "por tonelada" tratada, al tiempo que obtendrán los ingresos de la energía generada, que se calcula en unos 160.000 megavatios/hora al año, equivalente al consumo eléctrico de unos 120.000 guipuzcoanos.
Inicialmente, la incineradora se proyectó en 2011 para quemar 260.000 toneladas de residuos al año, pero tras la nueva adjudicación, la planta está "dimensionada" para tratar unas 200.000 toneladas.
El diputado de Medio Ambiente ha considerado que "comienza la cuenta atrás" para que "se haga realidad la solución que el territorio necesita para sus residuos". "Dentro de dos años saldremos del oscuro túnel en el que estábamos inmersos y supondrá el fin definitivo de los vertederos", ha destacado Asensio.
"Vamos a contar con un centro de vanguardia Gipuzkoa, económica y ambientalmente sostenible, al servicio de las necesidades de Gipuzkoa y con el control público del Consorcio de residuos y todo ello con una gestión de puertas abiertas y una política de transparencia, que ofrecerá información permanente acerca de sus procesos, de las emisiones y del cumplimiento de la normativa", ha reiterado.
El representante de Urbaser, Carlos Abilio, ha asegurado que el complejo dispondrá de la mejor tecnología disponible en depuración de gases, lo que permite "garantizar que las emisiones van a ser muy inferiores a las permitidas" y que la incineradora será "una planta de referencia internacional".
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