El desprendimiento de un lateral del ascensor pudo provocar el accidente en el que murieron dos jóvenes
Los investigadores creen que los menores estaban apoyados en una de las paredes del elevador
El desprendimiento de una pared lateral del ascensor pudo ser la causa de la muerte de dos jóvenes de 17 años que cayeron desde una altura correspondiente a nueve pisos en el número 4 de la calle de los Hermanos Bécquer de Madrid el pasado martes. Esta es una de las conclusiones de la Policía Científica, que cree que los muchachos, una pareja de 17 años, estaban dentro del ascensor, apoyados en un lateral acristalado, cuando este se desprendió. Al parecer, cuando la pared cedió, arrastró otras partes del elevador, según un informe de las pesquisas que la policía ya ha enviado al juzgado.
Al encontrar todas las partes del ascensor desprendidas cuando llegaron al lugar del accidente, la policía pensó en un primer momento que había sido el suelo del aparato el que había cedido, pero finalmente todo apunta a que no fue así, sino que el accidente se debió a la rotura del lateral. El ascensor en cuestión (el principal de la finca, ya que hay un segundo elevador de servicio) tenía las paredes de cristal, el suelo de madera y se abría y cerraba manualmente, según explicaba esta mañana una repartidora que lo ha utilizado en numerosas ocasiones, a las puertas del edificio donde se produjo el accidente, en una de las zonas más exclusivas del barrio de Salamanca.
La policía no tiene claro todavía si los jóvenes subían o bajaban de la última planta, en la que iban a celebrar una reunión con amigos por el final de los exámenes; estudiaban 2º de Bachillerato. Lo que sí parece claro es que cuando los dos chicos estaban apoyados en la pared acristalada del aparato, esta cedió y ellos cayeron al vacío desde esa altura, equivalente a un noveno piso (el edificio tiene ocho plantas más el bajo). Cuando llegaron los sanitarios del equipo de emergencias, los jóvenes ya habían muerto por politraumatismos. Los agentes de la Policía Científica también han verificado que la documentación del ascensor estaba en regla.
El portero de una finca cercana afirma que, a pesar de que el edificio fue reformado en 2015, no se cambió el elevador. “Sigue siendo el mismo que se instaló en los años cuarenta, cuando se construyó el edificio”, asegura.
El aparato fue fabricado por Silves y su mantenimiento correspondía a Thyssenkrupp, que compró la marca en 2006, según informa un portavoz de la empresa, que asegura que está colaborando en la investigación. En un comunicado, la firma insiste en que el ascensor había pasado la última Inspección Periódica Obligatoria (IPO) en agosto de 2015 a través de un Organismo Control Autorizado (OCA) independiente, cumpliendo con la reglamentación vigente, y había estado sometido a los mantenimientos mensuales pertinentes por parte de la compañía, con una última revisión el pasado mes de abril.
Investigación judicial
En todo caso, una vez entregado el informe policial, será ahora el magistrado del Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid, que ha abierto diligencias previas para investigar la muerte de los jóvenes, el que decida cuáles son los siguientes pasos. De momento, ha solicitado el informe de las autopsias de los cadáveres de los muchachos, que estaba previsto que se practicaran hoy en el Instituto Anatómico Forense. Fuentes judiciales han explicado a Europa Press que la investigación será compleja, dado que requerirá de muchas pruebas periciales para determinar exactamente qué pudo suceder para que se desprendiera parte del ascensor y los menores cayeran al vacío.
España es el país europeo con más ascensores, algo más de un millón, según las estimaciones de la patronal que reúne al sector en todo el continente (European Lift Association). En 2016, se produjeron en el país 141 accidentes, ninguno de ellos mortal, según los datos de la Federación Empresarial Española de Ascensores (Feeda), citados por El Español.
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