Colau retirará la estatua y el nombre de la plaza de Antonio López

Con la reforma a fondo de la Via Laietana aplazada para el próximo mandato, el Gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, presentó ayer los retoques que hará en esta calle que cruza de mar a montaña la abarrotada trama urbana de Ciutat Vella. La intervención tendrá una pata de intervenciones en los cruces para mejorar la movilidad entre barrios. Y otra de memoria histórica, con la retirada de la estatua y el nombre de la plaza del esclavista Antonio López.

En el capítulo de las obras, la intervención consistirá en mejorar la movilidad a pie y la conectividad entre los barrios a uno y otro lado de la arteria, del Gòtic a Sant Pere, Santa Caterina y el Born. Comenzando por adecentar los pasos de peatones, pero sin ensanchar aceras ni reducir el tráfico, salvo en el caso de la plaza de Antoni Maura —la de la catedral—, donde se eliminará la semirotonda, de forma que los peatones ganarán mucho espacio y resultará más cómodo cruzar de un lado a otro.

También se renovará el pavimento de las aceras si está estropeado, y se ampliará el espacio destinado a los peatones en las esquinas si hay espacio ocupado por otros usos (como aparcamiento para motos). Se trata de las esquinas de la Vía Laietana con las calles de Tomàs Mieres, Julià Portet, Joaquim Dou, Princesa, Manresa, Àngel Baixeras y Joan Massana. A este tipo de intervenciones el ayuntamiento las llama de “vecinificación”, que sería el concepto opuesto a la “gentrificación”, la expulsión de vecinos.

Recuerdo en la comisaría

Además, en este primer lavado de cara habrá dos intervenciones relacionadas con la memoria histórica: se retirará la estatua del esclavista Antonio López (y se buscará un nuevo nombre a la plaza) y se identificará con una placa la represión policial que se produjo en la comisaría del número 43 de la Via Laietana. Las actuaciones, con un coste de dos millones de euros, las explicaron ayer la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, y el comisionado de programas de Memoria Histórica, Ricard Vinyes.

El comisionado recordó que tanto la plaza y la estatua de Antonio López como la comisaría son lugares con suficiente historia vinculada a la represión y la vulneración de derechos humanos como para hacerlo presente. Lo primero que se hará será retirar el monumento, que se trasladará al museo Frederic Marès, que fue el autor. Vinyes recordó que el monumento ha sido polémico prácticamente desde que se instaló a comienzos del siglo pasado. El futuro nombre de la plaza se decidirá durante un proceso participativo. En cuanto a la comisaría, Vinyes subrayó que por la jefatura han pasado hombres y mujeres a quienes se ha “vulnerado sus derechos y que han sido torturados de manera salvaje”. Al comisionado le gustaría poder explicar la historia del edificio con plafones, y si no llega a ningún acuerdo con la cúpula policial para instalarlos, lo harán con un atril colocado a la acera.

El anuncio del distrito de Ciutat Vella despertó críticas de la antecesora de Gala Pin en el cargo, la concejal del grupo Demòcrata Mercè Homs. La edil tachó de “inadmisible y de tomadura de pelo” que “dos años después de entrar en el gobierno el actual ejecutivo presente unas medidas que ya estaban previstas”. Homs aseguró que no son más que continuar la pacificación de espacios que hizo su partido durante el mandato pasado y recordó que lo que exige el entorno es una “reforma integral” de la Via Laietana.