Ilustrar la música

Los sentimientos y las emociones se pueden describir mediante las palabras, como, por ejemplo, se hace en la crónica de un concierto, pero también de otras maneras. Óscar Giménez expresa esas impresiones que le transmite la música en directo mediante ilustraciones. Son algo así como crónicas de conciertos emocionales, abstractas y dibujadas. Desde el año 2009 Giménez y el periodista musical Txemi Terroso decidieron abordar la crítica musical combinando ambos formatos, de una manera novedosa, en el blog Entradas agotadas. Algunos resultados son el libro Sold Out. Crónicas ilustradas de 50 conciertos irrepetibles y la exposición homónima que se puede ver hasta el 27 de mayo en Monkey Garage (Santa Brígida, 11). Entre los músicos protagonistas se encuentran The Sonics, Arctic Monkeys, Crystal Fighters, Mark Lanegan, Redd Kross, Portishead, Devendra Banhart o Standstill.

Aunque más que músicos particulares, la gran protagonista de las ilustraciones es la música en su sentido más etéreo y general. Porque la obra de Giménez no siempre se queda en lo realista o anecdótico, es decir, no refleja la imagen de los conciertos (el escenario, los micrófonos, los instrumentos) sino que transita por los espacios y paisajes mentales que genera la música, pájaros, trenes, flores, cuerpos desnudos, lugares oníricos, soldados armados con guitarras Stratocaster. Son imágenes alegóricas de sensaciones o estados de ánimo. Se le atribuye a Frank Zappa la frase “escribir de música es como bailar de arquitectura”. Tal vez la relación de la ilustración con la música sea igual de compleja.

Dentro de la exposición también se encuentra obra nueva realizada en exclusiva para la muestra, como una serie de retratos, titulada Lost Concerts, que homenajea a músicos fallecidos como David Bowie, Leonard Cohen, Tino Casal y Bimba Bosé.