Más patrimonio para todos
La Generalitat adquirió en 2016 bienes muebles por más de 1,5 millones de euros
El MNAC mostró en marzo a sus patrocinadores y mecenas una selección de las obras incorporadas en los últimos cinco años. Entre ellas, varias depositadas por la Generalitat en 2016 después de comprarlas o ejercer el derecho de tanteo en subastas. Como El balcón, un bello cuadro pintado por Albert Ràfols Casamada en 1947 de su primer periodo figurativo, el de la influencia francesa y noucentista, del que se conservan pocas obras que nada tienen que ver con la producción abstracta más conocida del artista. La obra y otras 29 más del pintor se vendieron en noviembre de 2016 en Setdart y la Generalitat la adquirió por su precio de remate, menos de 8.000 euros, tras pedirla el MNAC. Separados por las surrealistas La dona impúdica, de Àngels Planells y Accidentalidad de la mujer. Violencia, de Remedios Varo, ingresadas en el museo por la donación de su anterior dueño, se mostraba también uno de los pocos autorretratos de Nicanor Vázquez, depositado también por la Generalitat tras comprarlo directamente a su dueño por 5.000 euros.
El MNAC fue el museo más beneficiado en 2016 por las adquisiciones de la Generalitat que superaron los 1,5 millones de euros. El principal museo catalán ingresó 117 nuevas obras. Muchas porque 109 eran los dibujos realizados en el siglo XVIII por el militar Alphonse Delamare de vistas de Barcelona, Cataluña y España, que también quería otro centro de la ciudad, por su importante valor documental. La Generalitat pagó a un anticuario 54.000 euros por ellos. También cedió al MNAC un dibujo de Marià Fortuny del Papa Inocencio X comprado por 12.178 euros en una subasta barcelonesa. El año pasado también se materializó el último plazo de la dación en pago efectuada por el coleccionista Antonio Gallardo por la que entregaba, a cambio de ahorrarse 1.145.000 euros en impuestos, cinco de sus obras de arte medieval; una cantidad que llevó, por segundo año consecutivo, a que la cifra total de adquisiciones fuera excepcional.
Pero el MNAC no es el único centro que se ha beneficiado del dinero de la administración para ingresar nuevas obras. El Museo de Lleida, dentro de las medidas impulsadas por Cultura de potenciar el centro, incorporó una importante colección de 24 piezas de cerámica leridana del siglo XVII valorada en 90.000 euros; por su gran calidad y la escasez de piezas de este tipo en el mercado. El Museo de Girona incorporó siete piezas: una tabla dedicada a Sant Jaume Apostol de Ramon Solà II, el Maestro de Girona (28.600 euros) y seis tablas atribuidas a Pere Mates del retablo de Sant Joan Baptista (43.562 euros) que se compraron en Madrid, vía Ministerio de Cultura.
Otro museo nacional, el de Ciencia y Técnica de Cataluña incorporó, tras pagar 29.000 euros en una subasta, una pieza bien original; una máquina de escribir Remington nº1, la segunda máquina de escribir para uso comercial y la primera que llegó a un público masivo. Singulares y únicas son también dos subfusiles de la Guerra Civil fabricadas en 1937 por las Industrias de Guerra de la Generalitat que se compraron a un anticuario por 12.100 euros a petición del Museo de Historia de Cataluña. Para el Museo de la Val de Arán se adquirió ejerciendo el derecho de tanteo antes de ser exportado, por 25.000 euros, el pie de mármol de una pila bautismal del siglo XII-XIII de la iglesia de Sant Andreu de Salardú. El mismo derecho sirvió para comprar para el Museo de Mataró la obra Transverberación de Santa Teresa, del gran pintor tardobarroco catalán Antoni Viladomat (4.968 euros), mientras que el Museo de Arte Jaume Morera de Lleida añadió a su colección una pintura surrealista de 1935 de Antoni Garcia Lamolla (21.920 euros).
154.000 euros más para fotografía
La Generalitat invirtió 154.000 euros en 2016 en comprar fotografía dentro del Plan Nacional. Entre el material adquirido: daguerrotipos, fotografía publicitaria y obras de Marcel Giró (20.570 euros), Ferran Freixa, Joan Biarnés y Marc roig Blesa (17.999 a cada uno), Daniel Ortíz (12.760), Doménec (11.000), Mabel Palacín (10.890), Jordi Bernadó y Txema Salvans (9.900 a cada uno), Aleix Plademunt (8.800) y Roger Guaus (1.352). Cultura destinó otros 132.000 euros en la compra de obras de arte contemporáneo. Para este año hay dos líneas abiertas de adquisiciones de fotografías y obras de arte, de 150.000 euros cada una, que concluyen el lunes 15 de mayo.
A comienzos de 2016 Cultura envió una circular a todos los museos explicando la política de adquisiciones y pidiendo que dijeran si estaban interesados en alguna obra. No todos contestaron. El Museo de Arte de Cerdanyola sí. Pedía comprar un cartel de 1918 que hacía referencia al Gran Casino Kermesse de la localidad (800 euros) y dos porcelanas creadas por Ismael Smith (2.740 euros) que pronto tendrá exposición en el MNAC. En 2016 también se adquirió patrimonio documental. Para el Arxiu d’Aran se compró en subasta documentos del siglo XIX del valle (4.659 euros) y para la Biblioteca de Catalunya se compró directamente a la autora Cristina Peri Rosi bibliografía personal por 29.500 euros.
“No se compra nada que no tenga interés para el museo y siempre que vaya a la exposición, no a la reserva”, explica Magda Gassó, responsable del Servicio de Museos y Protección de Bienes Muebles de la Generalitat. En su departamento hay lista de espera. En ella no está la pequeña cabeza del Maestro de Cabestany del siglo XII por el que estaban interesados el MNAC y el Museo de Girona el año anterior, aunque sigue a la venta. “Los intereses han cambiado”, remacha Gassó.
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