El franquismo no solo se relata con el No-Do

Con la mano izquierda estriñe su puñal/ Funesto fascista lleno de mierda/ Avanza bajo palio el General. Para el poeta y dramaturgo Joan Brossa retratar la atmósfera de la Cataluña franquista de los años 60 no solo era cuestión de escribir estos versos. También lo era hacerlo a través de historias cotidianas, del día a día, como la de un domingo pesado, caluroso, de un matrimonio de la burguesía catalana que veranea en la Costa Brava. El poeta creaba personajes aparentemente ordinarios, que huían de la rutina para entrar “en una tierra de maravillas” mientras el No-Do resonaba desde un televisor en blanco y negro. Estos personajes, retratados en la obra Diumenge de Joan Brossa (1964) tomarán vida en forma de actores el próximo 19 de abril en Barcelona. El encargado de hacerlo será el director de teatro Hermann Bonnín. Y que lo haga este año no es casualidad: 2017 es el año Joan Brossa, el poeta “amante de Wagner y del Flamenco”, en palabras del director de teatro.

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“El reto es escenificar su mundo, su poesía, la de unos personajes que se mueven en un mundo poético y surrealista a través de la sátira”, dijo el director el mismo día que se cumplían 20 años de la inauguración del antiguo teatro Espai Brossa, en el centro de Barcelona. El lugar para presentar la obra fue el bar Upiaywasi, un local a un paso del antiguo teatro, entre compañeros y amigos.

La obra que Bonnín escenificará relata la vida de una pareja de clase media aburguesada que cada domingo, a causa del aburrimiento, invitan a casa un amigo que se encarga de equilibrar la relación entre la mujer y el marido. “Es un tipo de matrimonio que se ve mucho en la actualidad, de los que se hablan muy mal y se insultan pero no pueden estar el uno sin el otro”, apuntó el director. Pero aunque se trate de una trama “tradicional”, como describe Bonnín, Brossa “consigue crear su mundo propio”.

“La historia sintetizada parece sencilla, pero es brosiana y por lo tanto complicada de escenificar”, explicó el director. Los actores encargados de dar vida a los personajes serán Àngels Bassas, Àlex Casasnovas y Abel Folk. Los tres señalaron la dificultad que implicaba adaptar en escena la obra de Brossa. “Estoy aquí por una cuestión de confianza porque cuando Hermann Bonnín me pasó el texto no entendí nada. Acepté el reto porque ya había trabajado con él antes”, dijo Àlex Casasnovas. “Coincido con Alex en que no entendí nada. Brossa tenía la característica de hacer escenas más que historias. Nosotros hemos hecho el trabajo de ligarlas entre sí”, añadió Folk. Bonnín explicó que por este motivo la obra “se tienen que leer como si fueran un poema”. Aparte de ser uno de los pocos escritores que no escribía para todos los públicos: “Estamos acostumbrados a hacer arte para gente que no posee ningún conocimiento previo. Brossa nunca se resignó a escribir para todos”, explicó.